martes, 2 de febrero de 2010

Todos los hombres son iguales




Lo malo de asistir a una reunión con mujeres es que debes de soportar cómo ponen a los hombres a parir y, uno muy diplomáticamente, debe de escuchar amablemente sus comentarios.

Bien, este es mi blog e, independientemente de que guste o no guste, doy mi opinión. No pido seguidores, no busco una mayor popularidad ni palabras siempre afectivas. Sencillamente, quien no le guste este sitio no tiene más que buscarse otro lugar. Así pues, voy a proceder a argumentar el por qué no todas las mujeres valen la pena y el por qué hay otras que sí, aunque no debería hablar de hombres y mujeres, sino de personas.

Cuando este debate surge en mi cabeza no puedo olvidarme de aquellos hombres que, pese a profesar un amor ciego por su mujer y ser unas bellísimas personas, avanzan en sus días junto a una compañera que, aún siendo intelectualmente superior a él, utiliza tal intelecto para manipular y desbordar sus frustraciones sobre su pareja. Aquellas que, encerradas en una vida que no quieren, amparadas por un carácter dominante, impulsivo y neurótico, se refugian en el miedo interno a tomar las riendas de su vida y optan, en su cobardía, por arruinar la felicidad de aquel que las ama, que pese a todo las aguanta y que, en contra de sus palabras, cuida de su familia.

No puedo olvidarme de aquellos hombres que, ciegos de amor y buena voluntad, se entregan a mujeres para las cuales son sólo un juguete pasajero que, engalanado por la magia de los primeros momentos, les ofrece placer, juego y toda clase de galanterías. Estas mujeres, incapaces de construir una vida de valores y responsabilidades en donde el amor por el amor sea el cimiento fundamental de su existencia, se dedican a hacer uso de unos hombres a los que egoístamente alquilan, manipulan, seducen y de los que, pasado un tiempo, se aburren. Así, pasada la fase más preciada, les arrumban como se hace con los trastos e intentan calmar sus más sinceros sentimientos con una posible amistad que sólo deja en standby a un hombre al que, a sabiendas de lo que puede dar, se podrá volver en un futuro independientemente de si está soltero o tiene pareja.

No puedo olvidarme de los hombres que, pese a poseer un físico desubicado de los cánones medios de belleza masculina intentan, con sus medios, desarrollar una personalidad que contrarreste tal carencia y que, en plena evolución personal coinciden en espacio y tiempo con una mujer que, cansada de buscar, se conforma. Una mujer que acumula carencias importantísimas en su ser, esclava de su pasado, de sus frustraciones y resignada a creer que los hombres son incapaces de ofrecerla lo que ella necesita, sin entender que, por su forma de ser, es incapaz de obtener algo mejor. Así comienza una etapa para él cargada de romanticismo y éxito personal mientras para ella llegan tiempos de relajación, introspección y apuestas. Estos hombres, entusiasmados, viven para una relación la cual tiene un valor, pues entienden el sacrificio que para ellos requiere el obtenerla y, cuando todo parece estabilizarse, descubren a una mujer que entretiene sus horas con otro hombre que, como arte de magia, aparece en su vida con ciertas cualidades que nublan su mente y la separan de aquello que ahora, para él, tan sólo parece haber sido un espejismo.

No puedo dejar de pensar en aquellos hombres que, habiendo pasado con anterioridad episodios dolorosos a nivel personal, deciden arriesgar de nuevo con tal de vencer a la soledad y se entregan desnudos a una mujer que, pese a no ser ni mucho menos perfecta, posee carisma y un encanto que les hace creer que una nueva etapa es posible. Así, lo que para ellos es un firme proyecto de futuro, para ella es simplemente una relación que no debe de atarla ni impedirla disfrutar de una independencia y libertad que sobrepasa, sin saberlo, toda ética racional. Son hombres que viven engañados, desperdiciando su tiempo con una persona que no vale la pena y que, en momentos de intimidad se muestra distinta a cómo es en su núcleo social. Hombres que deben soportar, sin saberlo, el acercarse a amigos, compañeros y socios, que son conscientes de una realidad dolorosa que él no hace sino desconocer por desgracia.

...

7 comentarios:

  1. Podemos intercambiar en tu escrito 'mujeres' por 'hombres' y viceversa, o mejor aún, podemos prescindir de sexo y hablar simplemente de personas.

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  2. DAEDDALUS: efectivamente, tal y como habrás podido leer en la cuarta frase de mi segundo párrafo. Gracias por pasarte!

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  3. Ay, querido Dani, yo también conozco bastantes más relaciones de ese tipo pero a la inversa, con las mujeres víctimas de esa manipulación, engaño y desamor; entregando su vida en favor del crecimiento del otro, no creyendo nunca que ellas se merecen un lugar en el mundo, un tipo que las quiera de verdad, que las apoye y que quiera caminar de su mano por la vida...así que coincido con el comentarista anterior: de todo hay en la vida.

    Besotes

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  4. JO GRASS: Lo sé, es muy cierto lo que dices, pero mi intención primordial con el texto es dejar claro que no solamente este tipo de sucesos ocurren en las mujeres. Lamentablemente, parece que tal objetivo no ha sido alcanzado plenamente por mi artículo, así que comienzo a dudar acerca de su calidad literaria.

    Un abrazo,
    gracias por pasarte Jo!

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  5. Tu calidad literaria es magnífica pero las estadísticas vienen a confirmar que hay más casos de mujeres que sufren esa clase de desamor y desengaño que hombres, lo que no significa que no hayan hombres que vivan este tipo de situaciones tal y como las describes y argumentas CON MAESTRÍA.

    Requetebesos. Eres grande Dani y además escribes muy bien. La pena es que no abunden los tipos como tú ( ahora no me refiero al texto) Te noto estos últimos días un poco bajo de tono ( emocional) ¿ Qué puedo hacer para que recuperes la sonrisa? Te enviaré más efluvios de energía positiva a tus sueños.

    Requetebesos

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  6. Gracias bonita, agradezco tus palabras aunque desde luego son inmerecidas. Eres un encanto.

    No te preocupes, soy de sonrisa fácil ;), simplemente tuve una mala noche, pero nada que no se resuelva con una taza de café y gente como tú.

    Un fuerte abrazo.
    Daniel.

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  7. Hay mujeres y hombres de todo tipo, faltaría más... Pero a veces, es inevitable que cuando nos juntamos con personas de nuestro mismo sexo, pongamos a parir al opuesto. No se hace de mala fe, sino que la mayoría de las veces se realizan comentarios en un tono jocoso que no pretende ofender... :)

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Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

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Fotografo de bodas