domingo, 26 de diciembre de 2010

Ilusión

Conforme pasa el tiempo indudablemente compruebo mirando atrás que he cambiado. Eso es bueno, porque significa que he vivido. Sin embargo, es duro también, porque al quedar menos tiempo se acentúa mucho más todas aquellas inquietudes y malestares internos que tanto me incomodan.

Me acuerdo perfectamente de hace años cuando mi vida se abría como un campo vacío. No tenía pareja, no sabía qué iba a estudiar, no me conocía, no tenía una casa, no tenía un coche... por entonces ni siquiera me veía casado. Así que, como podréis imaginar, tenía tantas preguntas que contestar, tantas decisiones que tomar y tantas disyuntivas que... sencillamente me estresaba. No sabía decidir, me angustiaba mi futuro, no sabía qué sería de mí ni qué haría con mi vida.

Cuando me quise dar cuenta, me encontré casado, en una casa, con un coche, con una carrera, varios trabajos a mis espaldas, un negocio personal, habiendo viajado a muchos países, y con muchas historias que contar.

Hoy, tengo más a mi edad de lo que muchas personas tienen, me ha ido bien, no me puedo quejar. Pero algo suena en mi interior y me dice "nunca es suficiente". Mi interior me dice que la vida es mucho más que encontrar un amor, que tener una casa, que tener hijos, que viajar... me pide algo más. ¿Qué es ese algo que no acabo de comprender?

Pienso que para ser feliz hay que tener proyectos. No vale con alcanzar aquellos bienes materiales que tanto ansía la gente o encontrar al amor de tu vida. Para ser feliz contigo mismo es necesario tener un proyecto activo en cada minuto de tu vida. Ese proyecto, a una cierta edad, sí que puede ser el encontrar un amor, o el comprarse una casa... pero cuando todo eso se consigue, es importante tener siempre algo encima de la mesa por lo que sentirse ilusionado. Y esa es la clave.

La vida deja de ser interesante cuando dejamos de tener ilusión. Y la ilusión se pierde cuando dejamos de tener proyectos.

Hace años yo hablaba de que únicamente quería en mi vida el tener una casa, el disfrutar de mis hijos y de mi mujer y el tener tiempo para pasear y hacer mis cosas. Poco a poco, cuando fui consiguiéndolo me di cuenta de lo equivocado que estaba. Me gustaba lo sencillo, me fascinaba la rutina, lo hogareño... y aún me sigue gustando, pero siento otras necesidades que antes no sentía. Estas necesidades no se cubren con dinero, ni con tiempo, sino con ilusión....

jueves, 23 de diciembre de 2010

La cena



Después de tanto tiempo planeando cómo acercarme a tí, hoy estás aquí conmigo, al otro lado de la mesa, con tu mano apoyada en la barbilla y contándome tu vida con sinceridad. Tú que eras excéptica para todo, que no querías confiar, que apartabas con tu mano todo aquello que a tu lado se acercaba. Tú, tan tú, tan magnífica y elegante, tú que todo parecías tenerlo y que ahora, tras escucharte, tan poco me parece que tienes. Resulta un tanto extraño que yo a tí haya accedido, y contigo a tus miedos, a tu inocencia y a tus pensamientos. Que tú aquí me estés contando lo que sientes, lo que has añorado y lo segura que te sientes hablando conmigo.

Hablas y hablas moviendo esos labios que no sé cómo decirte que me encantan, jugando con el filo de la copa y con tus ojos de lado a lado, de sonrisa en sonrisa, como si no hubiese en el mundo otro momento para disfrutar. Y yo, que con cada palabra al aire tuya parezco consumirme, me centro en tus pupilas de colores, en tus historias tan graciosas y en el tiempo que nos queda. Yo que quería conseguirte hoy temo que te vayas pronto, que sin tí en la cama duerma esperando a mañana, que despierte solo y no me llames o no haya tiempo por tu parte para verme. Cómo hablar de todo mientras pienso en lo mucho que me importas, en que pronto será tarde y en mi coche iremos rumbo al final del día, a la noche colmada por un adiós, hasta mañana, o quizás un beso, un beso sencillo y corto que sabrá a poco, o tal vez muy largo, quién sabe. El caso es que lo más misterioso, lo más intrigante, es por qué pienso que aunque no te he dicho que te quiero, en mi interior sin miedo late despacio la idea de que tú, ahí donde yo te veo, durante toda la noche también lo has estado pensando.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Liberada I



Lo primero en lo que me fijo siempre es en las manos y las suyas eran grandes, definidas y fuertes, más animales que las de cualquier otro. Me agarraron por detrás como si no les importase, moviendo todo mi vestido allá donde iban, metiendo su dedo en mi boca, aferrándose a mis muslos, haciéndome sentir joven y deshinibida. Con él no tenía miedo, ni condicionantes. Supongo que era su atrevimiento desmedido, su falta de juicios ni de pudor, su ausencia radical de sentimientos femeninos. Era viril y tremendamente primitivo conmigo, pero a la vez increíblemente pasional y sensual en sus caricias, en su mirada, era romántico... Era un todo que me apetecía desde sus labios hasta su lengua, desde su pecho hasta la violencia de su empuje, salvaje y erótico, como un caballo o cualquier otro animal, ya sabes.

No era especialmente guapo, pero sí sumamente atractivo, con una mirada penetrante y un cuerpo perfilado de tinte de piel perfecto, bello exacto y un olor tan intenso y agradable como estimulante. Allá donde sus manos posaban mi corazón latía tan fuerte que sentía cada poro de su torso en mi espalda, y mis piernas tenían que juntarse, mi cuerpo agacharse y mis pechos erguirse. Era el todo, el conjunto, la atmósfera que conseguía crearme, lo que conseguía de mí. Con él disfruté en espejos, agarrada por él como un juguete. Sus brazos me llevaban siempre a la posición correcta, me balanceaban sin apenas esfuerzo, conseguía llenar de excitación un pecho que se salía de sí, unos ojos que no sabían tenerse quietos...

lunes, 20 de diciembre de 2010

La vida es cambio


La vida es cambio. Una nace, su cuerpo va sufriendo ciertas transformaciones así como su ser, progresivamente va envejeciendo a la par que madurando y, finalmente, muere. Cambiamos desde que nacemos y el único momento en el que dejamos de cambiar es en el momento en el que morimos. La muerte es estabilidad, es indiferencia, es parálisis... en definitiva, no vida.

Por eso cuando en la vida no somos capaces de cambiar para mal o para bien, nos sentimos paralizados, estancados, frustrados o, lo que viene a ser lo mismo, un poco muertos.

Hace un tiempo que entendí que realmente hay que dejar a todo fluir naturalmente para permitir a la vida traerte experiencias nuevas, someterte a experiencias de cambio y disfrutar de nuevos puntos de vista. Es más, cuando pienso en mi futuro, me gustaría no siempre ser de la misma manera en una estabilidad absoluta que me hiciese anclarme a una rutina mortífera... me gustaría más bien experimentar numerosos cambios y descubrimientos en mí mismo que me hicieran reflexionar y pensar que esto del vivir tiene su encanto.

Hay facetas personales que realmente nos cuesta descubrir pues no queremos reconocerlas tan abiertamente como otras que socialmente están mejor aceptadas. Así, el vivir debería ser una continua liberación de todo aquello que nos impide disfrutar de nosotros mismos como nos gustaría hacerlo en la más absoluta soledad. Me gusta pensar que la vida de vivirla de tal manera me traerá una progresión hacia la libertad, una progresión hacia la autoaceptación en el sentido más amplio posible y un sentimiento de realización y bienestar. Claridad, es lo que más necesitamos todos, claridad para despojarnos de lo que nos oprime, de lo que nos paraliza gracias a unas reglas que nosotros mismos nos autoimponemos, claridad para entender que la vida nos puede sorprender a cada paso, que los consejos consejos son, que no imponen ninguna clase de verdad, que esto del vivir no es una ciencia... Arbitrareidad, así es, y es importante tener presente que una gran parte de la vida se basa en el azar, y que si no seguimos a nuestro corazón significa que vamos contra él y por tanto generamos en nuestro interior frustraciones que poco a poco van cubriéndonos de una fina capa de óxido que costará mucho esfuerzo quitar.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Aburrido


Decía Cela en una de sus entrevistas que tenía ganas de morirse para descansar porque ya estaba aburrido de vivir. Y lo cierto es que el vivir hoy en día se basa en lo siguiente:

- El amor
- El trabajo
- Amistades
- Consumir
- Comer
- Dormir
- Placer y ocio

Esto es en lo que empleamos el 99% de nuestro tiempo. Quien es afortunado en el amor, ha cosechado éxitos en el trabajo, tiene mucho dinero, tiene buenas amistades y duerme siempre más de 8 horas, se puede decir que lo tiene todo, no? Sólo le quedaría dedicarse a comer, al placer y al ocio!

Lo que no se para a pensar mucha gente es que la vida todo lo que nos da puede quitárnoslo. Podemos perder en un accidente a quien queremos, podemos enfermar y morir, los bancos pueden quebrar y podemos perder nuestro dinero, nuestras amistades pueden traicionarnos, el gobierno puede declarar la guerra a otro país y vernos obligados a emigrar...

Es decir, todo es temporal, nada es infinito. Pero tendemos a dar importancia a todas aquellas cosas que no tenemos en cada momento y se la restamos a todo lo que ya hemos conseguido. Realmente, lo que tendríamos que hacer es valorar con mayor intensidad lo que con nosotros está ahora pues no hay mayor disfrute que el presente.

Sin embargo, yo entiendo a Cela. Cuando has visto tanto, has conocido tanta gente, has viajado tanto y has conseguido tanto... qué queda? el amor? desde luego el amor puede ser un placebo al existir pero... no me digáis que no debe de ser aburrido!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Con las alas de mi recuerdo



Vuela el viento en tu cara
como vuelan mis lágrimas cada vez que te veo.
Vuelan como mis dedos por tus labios,
intentando que no te vayas.

Vuelan mis sueños por tus ojos
y tus pies andan por la arena
y tu figura vaga eterna al amanecer.

Vuelas como siempre quise verte hacerlo,
con las alas de mi recuerdo
y la ausencia de mi cariño.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Algunos pensamientos... Dinero


En una sociedad cada vez más capitalizada y cada vez más globalizada debería de emplearse más esfuerzo por nuestra parte en enseñar a nuestros hijos a sobrevivir en manos del poderoso Don Dinero. Dónde está, en manos de quién se encuentra, cómo se mueve y cómo se genera es algo, hoy en día, más básico y necesario de saber que el comer. A mí de nada nunca me ha servido que me eduquen para estudiar una carrera, sacar buenas notas y hacer lo que otros quieren que haga... es como si me educasen para ser un esclavo.

Se nos educa para ser cobardes, para ser buena mano de obra, con formación, a ser posible barata y con máxima capacidad de rendimiento. No se nos educa para que no tengamos miedo ni para que nos veamos con posibilidades de optar a ganar dinero.

Lo primero que hay que tener claro es que los estratos sociales existen, son reales y existe un interés claro porque se conserven. Es muy complicado pasar de un estrato a otro y conforme vamos subiendo, cada vez lo es más. El dinero en cada estrato social circula de una manera diferente y fluye siempre en mayor grado hacia arriba de la pirámide. Asimismo, la circulación del mismo siempre es más intensa y fuerte en pisos altos que en bajos.

Hay que tener bien claro qué personas se encuentran en qué estratos, es importantísimo. Y hay que tener bien presente que el dinero no se gana, simplemente circula de unas manos a otras. Haz que circule intensamente a tu favor en tu estrato y te permitirá subir a un piso superior.

La gente cree que por rodearte de personas de estratos superiores serás más propenso a permanecer en esos estratos y en cierto modo es cierto, pero yo prefiero más aprender de ellos que intentar quitarles el dinero. La confianza es fundamental y lo que se debe de hacer es capturar la atención con resultados. Cuanta mayor atención captures más confianza generarás y por tanto tu esfuerzo se verá recompensado con una subida de posición y consecuentemente todo lo derivado de ello (ayudas, negocios conjuntos...).

No podemos dejarnos cegar por el dinero. Es bueno tener presente que las grandes fortunas no se han generado de la noche a la mañana y que, si esto ha ocurrido, ha sido con mucho esfuerzo y mucha suerte. Lo normal, es que se tenga que dedicar muchísimo esfuerzo, tiempo y sacrificio para alcanzar un cierto nivel y esto no siempre da resultados. Ahora bien, quien no lo intenta nunca lo tendrá.

Otra regla de oro a tener en cuenta es que muchas veces para provocar una circulación a tu favor en tu mismo nivel necesitas de la inyección de dinero a modo de perturbación de otro estrato. Para ello es importante aprender a tolerar y digerir las negativas. Debemos de estar preparados para escuchar un no y que nos pongan todos los obstáculos posibles ante nuestro proyecto. De alguna manera es lógico... si nosotros vamos a correr un gran riesgo es mayor siempre el que va a correr quien nos lo presta, por lo que es natural que todo el mundo sea excéptico a priori con tus planes.

Deberíamos siempre mentalizarnos de lo siguiente:

- Si has nacido en un estrato bajo, eres pobre.
- Si tus padres han generado un pequeño valor y te lo han traspasado, eres un pobre menos pobre que los demás pobres.
- Siempre va a haber gente más rica que tú.
- El dinero no da la tranquilidad. Cuando se tiene, surge el miedo a perderlo, y por ello es difícil que otros lo suelten.
- No te debes de medir nunca por la gente que tiene dinero, no tiene sentido. La vida es así y no reparte equitativamente.
- La gente con dinero de un estrato superior a tí es más poderosa económicamente que tú.
- El dinero no se obtiene juntándote con los que lo tienen, se obtiene generando un movimiento social a tu favor.
- Siempre estás en manos de la gente que tiene más dinero que tú.
- El dinero no da la libertad, te la quita.
- Es importante tener en la cabeza la frase de Henry Ford: "El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y en vender como si estuviera en quiebra."

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Yo siempre estaré contigo



Te amé de una forma tan desmedida
que empecé a pensar que yo era el problema,
te amé con toda mi alma, con toda mi vida,
más de lo que llegué a pensar que tú por mí sentías.
Te amé sin límites a lo largo de los años,
y llegué a añorarte tanto que enturbié bellos momentos
con estúpidas mentiras.
Te amé entre besos y los gestos más amargos,
te amé a pesar de lo que dije sin sentirlo,
te amé aún después de haberte dicho adiós
y después de haberte amado tanto.
Cómo decirte ahora amor mío
que el problema no eras tú,
que era yo quien de aquel amor moría,
que por mí esta obsesión fluía como lágrima de ambos,
una lágrima que no volverá por los dos,
y que aunque yo me fui de tí,
yo siempre estaré contigo.


* * * * *

La disciplina de un amor profundo




Eres para mí lo que a mi corazón le falta,
lo que en el fondo sé que es cierto,
lo que tanto yo he buscado,
la disciplina de un amor profundo,
y la armonía de un pensar cercano.
Eres lo que sé que no tendré jamás,
el punto de humor idóneo,
la anticipación a un pensamiento,
el corazón intenso, una mente serena.
Mas cuánto lloraré por no poder tenerte,
por vivir resignada a olvidarte en mis atardeceres,
por tener que amar a otro sin haberte al menos dicho adiós.
Será que tengo miedo a enamorarme,
o a ver que en mis días mi mente no te olvida,
será que no quiero arriesgarme,
o que no sé luchar por ti.

martes, 7 de diciembre de 2010

En el triste amor lejano de mi olvido




Tú no vas a amar a nadie nunca como a mí
porque dentro te llevaste el recuerdo
de lo que juntos tú y yo vivimos.
Siempre llevarás en tu interior la miserable idea
de que yo fui y seré lo único que tendrá tu vida de imposible.
Siempre seré tu ausencia, tu plenitud, los ojos que te aman,
y la mano que despide.
Tú serás siempre lo que una vez me diste,
pese a que digas querer a otros,
en la soledad de tu rostro
o en el triste amor lejano de mi olvido.


Lo que tú llevas contigo



Nunca vi un dolor tan bello
tras ver tus ojos llorar,
en esos labios temblorosos,
en esas pupilas humedecidas
o en esas manos inquietas.

Nunca vi un alma tan enamorada
como aquella vez que te vi callar,
enfundada en ese abrigo negro de otoño,
reprochándome lo que te había dicho,
lo que hicimos juntos
o lo que quedó en tu corazón grabado.

Nunca habrá jamás nadie que te quiera
como yo lo hice,
nunca en ese corazón hundido,
en esas lágrimas rotas
y en esa esperanza que aún,
aún hoy, tú llevas contigo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Mi noche (I)



El baño llega a ser tremendamente excitante, más cuando apagas el grifo y dejas el agua correr entre tus pies, y escuchas las últimas gotas gotear en el suelo, y el vapor en el aire recorriendo tu cuerpo. Quizás la noche acompañaba, no lo sé. El caso es que con un pie en el borde de la bañera sequé mis muslos, desde el tobillo hasta su parte alta, para pasar al pelo y finalmente mi espalda. Sin toalla, decidí arreglarme para él. No iba a permitir que nada fuese arbitrario.

Lo bueno del maquillaje, y en especial del pintalabios, es que cuando lo aprietas contra tu boca, y lo deslizas, puedes llegar a pensar que aquel pincel cremoso fueran sus labios contra los tuyos, y entonces te recreas una y otra vez de lado a lado, como ignorando que pudiera acabar nunca o deseando que siguiese en su movimiento de manera indefinida. Sin embargo, acaba, cuando yo quiero, con un golpetazo y mirándome a los ojos.

Si me peinase para mí probablemente dejaría mi pelo liso, o quizás ligeramente rizado en las puntas, pero aquella noche el pelo sería ondulado y cuidado desde un principio. Casi resultaba más erótico arreglarme de lo que había imaginado...

Una vez lista, frente al espejo sin nada, tomé el collar y me lo puse, con la mirada fija en mí y el cuerpo cálido y suave como en mis mejores tardes. Tras él, los pendientes a juego, uno a uno mientras deseaba que me los quitaras. Y tras ellos, me paseé por la ventana de la habitación con la luz apagada. La calle era más tranquila en aquellas noches de lluvia.

Tomé un vaso de agua y me recosté imaginando que entonces, junto a mí, tú estabas sin importar las historias pasadas, sin una conciencia de lo que sucedía y con el convencimiento de que al día siguiente, nada sabrías de lo que hubo pasado. Mi dedo bailaba en círculos sobre la colcha de algodón. ¿Serías capaz de satisfacerme? ¿O quizás te habría estado sobrevalorando todo este tiempo? ¿Eras tú realmente aquel tipo que yo pensaba que eras?

Me levanté y tomé aquel conjunto negro especial para mis noches de tormenta. Lo puse en mí frente a las luces de fuera, frente al frío del otro lado de la ventana y en el calor del radiador cercano. Una vez lista, tomé las medias, que deslizaron en mis manos por toda mi pierna, como si tú me las quitaras. Tomé el vestido, y fue el punto final a un conjunto perfecto, para tí, para ambos, para quién sabe.

Tras aquel ritual de erotismo en mi habitación, con el bolso en una mano salí afuera a esperar que llegaras. Y tan pronto como bajé el timbre sonó y tu figura apareció en la puerta, con una sonrisa a uno ochenta de altura pidiendo a gritos mi bienvenida, con unos ojos claros que no entendían de falta de luz, y un cuerpo perfecto dentro de ese traje negro con un pañuelo en el pecho. Me llevaste hasta tu coche, y en la piel de su asiento supe que allí donde tú quisieras, podría ser para tí lo que tú me pidieses. Dentro, agarrando el volante, el silencio dejaba paso al susurrar del aire en los cristales por la velocidad, a la música suave de fondo y a la lluvia que de vez en cuando caía en el cristal. Tu reloj color plata dejaba ver su esfera negra, tu puño un gemelo cuadrado y tu cuello una piel afeitada. Tu olor era la guinda al viaje.

Recién llegados a tu casa todo parecía inmenso, el jardín, la puerta de la entrada. El camino hasta el garaje se me hizo un mundo. Las llantas frenaron encendiendo la luz de dentro, la puerta bajó despacio y atrás quedó el trayecto de mi casa a la tuya. Tomamos el ascensor que nos condujo a la segunda planta, y allí se abrió en un salón con unas increíbles vistas a la ciudad de noche, con una alfombra tan negra como el cielo y una mesa perfectamente decorada. Las copas aguardaban nuestro brindis, la música ambientaba lo que nadie por mí antes había hecho.

Me quedé perpleja contemplando el paisaje tras los cristales, nunca antes lo había visto, ventanales desde suelo hasta el techo, sin un fin, de un extremo a otro del salón, dejando ver las luces de la noche, las carreteras con coches y, al fondo, los edificios de oficinas.

"Precioso", dije. Y tus manos me agarraron por detrás de la cintura con tu boca tan cerca de mi cuello que casi pude descubrir tu aroma por completo. La luz apagada te acompañaba, y comenzaba a pensar que cenar no iba primero.

Me empujaste suavemente hasta tocar el cristal, y la ciudad pudo vernos decidir que aquel champagne no sería idóneo a aquella hora. Noté tus manos recorrerme entera, desde mi cuello hasta mis muslos, desde el interior de mi boca hasta la parte más íntima de mi espalda. Mordí tu dedo con los ojos cerrados, empañé el cristal con tu nombre, dejé caer mi vestido al suelo y mis piernas quedaron sobre aquellos tacones, para tí.

Me tomaste entre tus manos para darme la vuelta, y entonces tus ojos en los míos dijeron todo aquello que quería que dijesen. Me besaron tus labios más de lo que yo recordaba otros hicieron, con tu lengua vagando por el interior de mi boca y tus manos tocando mi piel que ya por entonces quemaba. Fue entonces que llevaste mi cuerpo al sofá para que mirara el cielo, a aquellas luces moviéndose y a aquella lluvia cayendo.
Mas opté por sentarte primero y así yo encima tuyo besar tus labios, agarrar tu cuello e ir palpando, dedo a dedo, tus botones cerrados. Quité tu camisa con las mismas ganas que tú a mí me la hubieras quitado, dejé tus brazos libres para que mis ojos los vieran. Tu espalda era más dura sin apenas nada.

Aprendí a fundir mi boca en la tuya con tu pelo agarrado a mi mano, con las tuyas en mi espalda y, cuando yo te dejaba, en mi pecho. Aprendí a perderte el miedo que te tenía y a no subestimarte tampoco.

Decidiste ponerme sentada, y entonces abriste mis piernas buscando ahora sí que viese aquellas luces. Y de tu boca entonces salieron poemas que circularon en círculos, dibujando en mí líneas definidas, sin importarles mis manos agarradas a tu pelo o mi voz llorando en aquella estancia tan sola. Mis ojos no podían centrarse entonces en la noche, tu lengua era más grande que tus dedos, tu aliento era el refugio de mis muslos y tu saliva el final de un comienzo perfecto. Hiciste allí tanto como quisiste mientras yo me ataba entre cojines a tu boca, con la sonrisa en mis labios y mi cintura en el aire. Y entre tanto ir y venir yo perdía casi el sentido, sin que tú pararas de hacerme tuya allí sentada e imponiendo un ritmo cada vez más ágil con tu lengua. Llegué a tensarme demasiado, con mis ojos fijos en tus hombros y mis manos recorriéndote sin exigencias, paseándose por todo, agarrando cuanto quería. Llegué a hacerlo tanto que conseguiste hacer saltar mis lágrimas, pidiendo a gritos que me tomaras... tan fuerte te lo decía que tú ni siquiera parabas. Y allí, con tus labios entre mis piernas yo derramé tan pronto un gemido que vagó en el aire sin fin, rebotando en los cristales y haciendo mis dientes juntarse con tal fuerza que sólo pude sentir un espasmo contigo, armónico, infinito y en repleta consonancia con tu bailar. Tus dedos lloraban en mí a cada paso.

Te agarré con fuerza y te senté despacio. Quité tu ropa con mis ojos en tus ojos ya incendiados. Y mis manos tomaron de tí mucho más de lo que mi boca quería, juntas y unidas con los puños cerrados. Era enorme lo que yo una vez pensé de tí, y más ansiado de lo que en un principio sentía. Contigo entre mis dedos ya todo pensaba que podría conseguir, sonriéndote a los ojos con mi mejor sonrisa, besándote todavía despacio y deslizándote entre mis manos sin que mi boca se enterara.

Fue pronto que mis labios decidieron unirse, con tu cuerpo recostado en el sofá y me mente imaginando qué te haría. Así pasamos un buen rato, contigo mirándome a los ojos y yo haciéndote creer que era tu esclava.

A tí me subiste sin previo aviso, contigo entre mis piernas y tu boca tan cercana a la mía, con tus manos en mi cuello y tus palabras siempre perfectas. Entonces sentí cómo te acercabas a mí, y con tu anatómica presencia en mí abrías camino, como un relámpago que me atravesaba hasta mi cuello, sintiendo mi carne ensancharse y mis manos a tu pecho agarrarse. Tomé una bocanada del poco aire que quedaba y a mis pulmones entraba caliente e incendiado de tu boca, con tus ojos centrándose en lo que tú, allí sentado, me estabas haciendo. Me seguiste recorriendo lentamente hasta caer en tí sentada, y entonces tocaste mi fondo con un calor y un diámetro más grande que tus besos. Era eso, de aquella manera, lo que tú me habías regalado, con la arrogante violencia de quien no le importa nada y la bella suavidad de quien te abraza enamorado.

En los labios de quien una vez las tuvo


Hay mujeres que no saben amar
al igual que las hay que han amado demasiado,
ambas con el corazón varado,
en la orilla del tiempo
o en los labios de quien una vez las tuvo.
Son mujeres en una playa olvidada
que escuchan el romper de las olas
y duermen en noches heladas de estrellas.
Son mujeres que viven una muerte anunciada
mujeres con una marca de amor
y una triste sonrisa amarrada a la boca.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hay mujeres que...


Hay mujeres que al mirarlas a los ojos
sientes un poder tan grande
que el amor se vuelve simple, lento y aburrido...

Sangre, espino y rosas


Arrumbé mi mundo por estar contigo.
Te tomé las manos,
apreté los ojos
y lancé mi vida a un camino tan incierto como ansiado.
Una parte de mí murió temprano...
Fue más tarde,
cuando paso tras paso,
me di cuenta que ya muy poco quedaba,
que los días no eran días,
que ya ni de mí sabía.
No me arrepentí de los pasos que tomé
pues sin ellos nunca nada hubiera recibido
mas sí que siento en mí las consecuencias
y el precio que con esto yo he pagado.
Te amo porque amo estar contigo,
pero amor, también ansío estar muy sola,
sola sin saber de tí ni de la vida que ahora llevo,
sola sin aquella parte que contigo dejé atrás.
Cómo hacerme ver que no tengo escapatoria
que aprender a ser feliz es lo único que queda...
quizás de esto va la vida,
mas cerrar los ojos quiero, aunque ahora no,
ahora yo tampoco puedo.
Felices vendrán los días espero,
espero que con todos los deseos ordenados,
quietos en la linda chimenea
brillando con sonrisas nuevas.
Mas amor quiéreme ahora
y jamás me dejes sola,
que el camino que contigo anduve
hoy es sangre, espino y rosas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Donde estas palabras te escribo


Yo te besé en una tarde de otoño
sobre las hojas caídas,
bajo un cielo nublado
y una lluvia templada.

Yo te miré a los ojos con el pelo empapado,
sonriendo contigo en el tronco de un árbol,
allá donde horas después nos besamos
y donde hoy, amor mío,
estas palabras te escribo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Esta eterna tarde de lluvia...



Por más que te alejas tú siempre vuelves
y yo, como una tormenta, caigo en tu recuerdo
sin importarme siquiera si tú me compensas.

Detrás de la ventana me pregunto si tú me recuerdas,
es decir, ya sabes, si ahora de nuevo,
si volvieses a mí,
tendrías un segundo de misericordia.

Los árboles no dejan de moverse en esta eterna tarde de lluvia...

Detrás de la ventana




Tan cerca de él mi vista se nublaba, pero sentía más intensamente su aroma como un vendaval. El otro, detrás mía en mi pelo se perdía, agarrando mi cintura como si no le importara. No recuerdo en qué momento dejó de importarme el luchar o el hacerme desear, así que me limité a dejarme llevar, cerré los ojos y mi mente comenzó a centrarse en aquellas cuatro manos y dos bocas que se amarraban a mí sin importarles lo que opinara de ellas, lo que ocurriese después o ni siquiera mi nombre. El caso es que tan pronto como empezaron a besarme yo sentí mi cuerpo tembloroso precipitarse hacia un vacío en el cual no me encontraba segura, más bien atacada, pero ante todo, sin ningún tipo de precaución. No diferencié entre lo que me haría daño o no me lo haría, no me paré a pensar si luego me arrepentiría de ello. Simplemente me ví arrastrada una vez empezó todo a un vaivén de cuerpos que demandaban de mí y no podía negarles nada.

Tan pronto cerré los ojos comenzaron a quitarme las prendas que durante todo el día me acompañaron, comenzaron a recorrerme entera haciendo de mí lo que ellos querían, llevándome a otro lugar donde, supuestamente, estaría más cómoda. Mi boca mordía sus bocas esclavizándome a una dualidad cada cual más apetecible. Unos, carnosos y grandes, los otros más finos pero intensos. Yo obedecía, hacía lo que ellos querían, y no podía evitar acordarme de tí, de lo que tú me decías, o lo que yo te hice creer que jamás me atrevería. Pasaron por mi mente numerosas personas, distintas sensaciones y algún que otro pensamiento, hasta tal punto que creí que no me gustaría, pero poco a poco conseguí centrarme en su arrebatadora pasión, en todo lo que a mi alrededor bailaba y en lo que yo, qué importaba todo, estaba viviendo. Aquella mañana no acudí al trabajo no porque yo lo eligiera, sino porque ni paré a pensar que quizás importara el que fuera o no. Me deslicé entre los dos en medio de una habitación con vistas a la calle, los miré y me propuse que aquello fuera más que un juego. Puestos a apostar, lo aposté todo, sin excepción. Con ellos probé todo lo que soñé de pequeña, me uní sin poder escapar, me sentía arrastrada, dominada, sin ningún punto donde agarrarme y sin ninguna limitación. Mis ojos acabaron llorando y mi cuerpo sudoroso. En contra de lo que escuché de otras, en mí fue indescriptible. Lo que no me imaginaba, ni por asomo, era lo que pudiera ocurrir después.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Restaurante Botín



Seguimos con las anécdotas y con los restaurantes, hoy estoy inspirado! El día de mi primer aniversario de novios lo celebré con la que hoy es mi mujer en un restaurante encantador de Madrid, y que se come de lujo!!!!!

Su nombre es Botín, está muy cerquita de las Cuevas de Luis Candelas, al lado del Arco de Cuchilleros de la Plaza Mayor. Suele estar hasta arriba así que es mejor reservar antes. Para vuestra información os diré que es el restaurante más antiguo del mundo según el libro guines de los records así que podréis, si pedís comer en la planta de abajo, estar comiendo en una cueva! La parte de arriba es más informal (he estado tanto en la de abajo como en la de arriba) y es más quizás para comidas familiares. En la parte de abajo las mesas están más apretadas y se cabe con más dificultad.

Os recomiendo encarecidamente el cordero!

Restaurante Solchaga


Seguimos con los restaurantes. Ahora os voy a mostrar un clásico frecuentado por numerosas personalidades famosas, políticos, empresarios, periodistas...

Es un restaurante que se encuentra en una entreplanta, en Alonso Martínez. Es un antiguo piso del cual el propietario es el conocido periodista Florencio Solchaga. Éste posee dos restaurantes en Madrid, "Solchaga" y "El Espejo".

Solchaga es un lugar íntimo y no muy conocido entre la clase media-baja española. Sin embargo, en su interior se dan cita muchas caras conocidas. Lugar donde impera el lujo, el buen hacer y lo clásico. Su entorno recuerda al siglo XIX y es un lugar perfecto para una cena acogedora, íntima, en compañía de amigos, de tu pareja o de lo que quieras.

Muy recomendado.

martes, 23 de noviembre de 2010

Horcher




Cuando encuentro algo excepcional lo recomiendo, porque valoro todo lo excepcional. Y pienso que es importante disfrutar en ocasiones importantes de lugares excepcionales.

Hoy os voy a recomendar un clásico, el restaurante Horcher en Madrid. Mi experiencia allí fue exquisita. Volveré, sin lugar a dudas. Decidí celebrar allí mi primer aniversario y desde luego no va a ser el último aniversario que celebré en esas maravillosas mesas tan elegantemente adornadas.

Y sí, es caro. Pero, ¿a quién le importa? Yo tengo claro una cosa en mi vida, y es que las ocasiones especiales requieren de un ambiente especial.


Si eres hombre, y tienes algo que celebrar con tu mujer, llévala a Horcher.

Mi nombre grabado



Llevas aunque no lo quieras por siempre dibujada
en tu sonrisa las tardes que nos dimos,
el suave murmullo del amor por mí
y la triste historia de un adiós aún enamorada.

Llevas en tus ojos aún la misma historia de amor salvaje,
el mismo espíritu que un día tú me demostraste
y que aunque quieras, por mucho que pase el tiempo,
jamás podrás borrar.

Llevas mi nombre grabado en tus pechos marmóreos,
mi boca en la tuya a fuego quemada
y un violento reencuentro, en tu corazón inmerso,
que un día, no sabrás dónde ni cuándo,
tan sólo yo sabré despertar.

Pretendo


Pretendo abarcar desde tus ojos a tus labios,
pasando por la rubia melena de una mujer como tú,
que tiñe el aire de sueños
y la vida de inalcanzables.

Pretendo hacer mía cada noche en un suspiro,
más allá de lo que tú puedas sentir,
contigo en la esperanza de hacer tangible tu belleza,
o en la quietud de quien contempla un deseo irrealizable.

Pretendo guardarte sin pedir nunca tu permiso,
mientras miras soles bajando al horizonte,
ignorando al que hoy te estima, sin saber que luego,
mañana, quizás será muy tarde.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ciclos




Me encanta ver cómo las personas viajan por sus ciclos vitales a velocidades distintas, obteniendo conclusiones dispares y recorriendo caminos distintos, para mí es una aventura.

Hoy he estado pensando que cuando ocurre algo en nuestra vida, entiéndase por ello algo en nosotros mismos o en quienes nos rodean, es importante darnos cuenta por qué está ocurriendo eso y debido a qué. Es decir, enmarcar el problema en un contexto vital. Es muy importante pues nos ayuda a tomar las riendas de nosotros mismos de cara a la situación, a mantener la sangre fría y a no precipitarnos.

Muchos de los sucesos que estoy viendo a mi alrededor corresponden a personas en etapas vitales muy distintas y que se han tomado su existencia de forma en ocasiones antagónica. Curiosamente no tengo un gran radio de acción sobre cada uno, por lo que implicarme en gran manera para ayudarles a resolver sus problemas no tendría sentido. Muchas veces, cuando a una persona le ocurre algo, y me lo cuenta, tengo claro que lo único que intenta con ello es paliar su sufrimiento y encontrar una mano amiga que le muestre un punto de vista diferente, así que intento actuar en consecuencia.

La verdad es que si algo estoy aprendiendo cada vez más es a posicionarme...

viernes, 19 de noviembre de 2010

Cosas que he aprendido este año...


Este año me ha enseñado cosas nuevas y, por supuesto, me ha dejado ver facetas nuevas de mí, algo muy importante. He aprendido que hay algo que me irrita, y curiosamente no lo he detectado antes... me irrita que la gente a la que quiero me excluya de su vida o no me dejen acercarme a ellos cuando tienen problemas. Tan importante para mí es que compartan lo bueno como lo malo. Y lo he aprendido bien, ya lo creo.

También he aprendido que los momentos especiales hay que celebrarlos como se merecen. No se puede escatimar en ellos pues son los recuerdos del mañana. Así que, este año, las fechas señaladas se han celebrado por todo lo alto y ahí han quedado, guardadas con nostalgia.

He aprendido que es importante tener presente que podemos perder a las personas que queremos y no necesariamente por nuestra culpa. La vida es así y las personas sufren altibajos que les hacen diverger de nosotros en busca de su propio camino.

He aprendido que no se está en ningún lugar como en casa. Ahora veo el viajar desde otro punto de vista. No lo veo como una necesidad imperiosa, pero sí como algo beneficioso para las personas y recomendable al menos una vez al año.

He aprendido que las personas en momentos difíciles tienden a alejarse de nosotros y necesitan tiempo para volver al equilibrio. A priori, parece sencillo y elemental, pero es importante tenerlo en cuenta porque muchas veces podemos llegar a interpretarlo como un distanciamiento cuando en realidad no es más que algo que nos puede pasar también a nosotros...

He aprendido que todos los meses hay que ahorrar para las Navidades y para las vacaciones.

He aprendido a enfocar una mala situación laboral.

He aprendido que las cosas que no se reconocen hoy, se terminan reconociendo tarde o temprano...

He aprendido que es importante no sólo mirar al presente, sino mirar al futuro.

He aprendido que si uno no amarra su barco nadie vendrá a amarrarlo por él...

Y he aprendido que las cenas de Navidad deben de ser para la familia, a los amigos ya se les ve durante todo el año. Curiosamente, el 90% de las cenas navideñas son fruto de la mera obligación y formalidad. Por ello, este año no voy a ninguna cena de Navidad.


Daniel.

martes, 16 de noviembre de 2010

Mi casa ideal

Hoy me he despertado y me he puesto a pensar en mi casa ideal, allí donde todo olería a mí. Lindaría con la playa por un lado y con el bosque por el otro. Y sería más o menos así:






Me da respeto...



Siempre me ha dado mucho respeto las personas que hablando conmigo hablan mal de otra persona o comentan negativamente aspectos de la vida de los demás, pues entonces ¿qué dirán de mí? Aunque no puedo enseñar mis manos limpias, reconozco que yo también lo he hecho... aunque intento con el tiempo no hacerlo más, lo veo muy feo...

Pero me sigue dando muchísimo respeto, no puedo sino estar alerta con esas personas, no lo puedo evitar...

lunes, 15 de noviembre de 2010

de nuevo


Al igual que hay una fase en la que nos sentimos por encima intelectualmente de cuantos nos rodean hay una fase en la que nos damos cuenta que no somos tan distintos a muchas de las personas que mirábamos con aires de superioridad, si no bien exteriormente, sí interiormente.

Es muy importante conservar la humildad, pero es humano el perderla en ocasiones. A veces me olvido que me queda mucho por aprender y que, lo primero a hacer, es aprender a escuchar sin juzgar. He de decir que me entristezco al darme cuenta que, aunque no lo exprese, soy un poco intolerante, y esto me perjudica directamente pues puede llegar a alejarme de gente a la que quiero mucho.

Pero nunca es tarde para mejorar y seguirse encontrando a uno mismo...

jueves, 11 de noviembre de 2010

Gracias




Este blog no sería lo mismo sin las personas que lo leen, sin mi mujer por supuesto, sin Lola, sin Jo Grass, sin Marisol, sin algún que otro anónimo... en fin, han pasado muchas personas, unas comentando y otras sin comentar, pero cada día me asombro del número de visitas que tengo. Ha habido personas que intuyo han venido comentando pero se han cansado de comentar esperando que yo hiciera lo propio con sus blogs, pero yo soy muy sincero, aquí vengo a escribir, y no voy a blogger a leer, excepto alguna que otra vez. Me parece interesantísimo el que la gente escriba y me resulta halagador que la gente me comente, de hecho lo aprecio muchísimo y me hace sentir bien que mis textos hagan sentir diversas sensaciones a muchas personas, pero he de reconocer que me aburre un poquito leer otros blogs. No pienso que sea algo malo, pienso que es bueno decir lo que pienso y que nadie se llame a engaño. Pero también veo muy necesario agradecer a las personas que leen semanalmente esta página las sensaciones tan bonitas que ellos, aunque más bien tendría que decir ellas, me brindan.

En concreto, no puedo dejar de dar las gracias a Aida, esa pequeña chiquilla del norte que tan maravillosamente se ha portado desde un principio conmigo, tantos mails se ha intercambiado y tantos días me ha amenizado. He de reconocer, que con el paso del tiempo, nos hemos cogido cariño y es el único blog que sigo. Unas veces se conecta con alguien, otras veces menos con otras personas... no es malo, es la vida misma. No quiero menospreciar a nadie, pero con ella en particular he conectado más. La quería dar las gracias simplemente. Al menos este blog ha servido para algo, además de para escribir y contar mis penas. Espero seguir compartiendo mucho tiempo con vosotros más posts y con ella más ratos agradables. Es una chica formidable, y está soltera, para los que estén interesados. Altamente recomendable, aunque un poco joven y tierna. Pero tratadla bien si vais de mi parte, no me la hagáis daño, que está un poco cansada de impresentables!

Bueno, en fin, que este post es para ella, qué menos que dedicárselo a quien más ha comentado en los últimos dos años!

Un abrazo,
Daniel.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Si por tan sólo una vez pudiera


Si atrás pudiese volver y,
por tan sólo una vez pudiera
acercarme a tí por un instante,
no querría que en mí tus ojos brillasen,
ni sentir tus mejillas sonrojarse al acercarme.
Más bien querría sonrojarte con el tiempo,
que tus ojos aprendieran a mirarme con cariño
y que, sin tú quererlo,
acabaras, una tarde o una mañana,
echándome de menos.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Lluvia



Dentro de mí eras incomparable,
fuera eras el más mísero vacío.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una sombra rota



Sus ojos se entreabrieron pidiendo un nuevo instante de duda, mas sus manos tiritaban a sabiendas que no podría lograrlo. Era su última vez, y todo desde aquel instante, dejaría de tener sentido.

Su sombra vagó dirección al sol en medio de una tarde poética, como enfilando su sombra hacia la más temible oscuridad. Qué sabría su corazón lo que depararía su andadura más allá de todo, más allá del horizonte y de aquellas noches desvelada soñando y llorando por su ausencia.

Su vestido arrastraba por un manto de hierba verde, su ojos sangraban lágrimas ardientes de calor humano, vísceras austeras de lo que fue un amor sincero, un amor idílico, y fugaz.

Jamás unos ojos lloraron tanto, y jamás un corazón quedó tan bellamente roto...

viernes, 29 de octubre de 2010

De regalo, una canción

jueves, 28 de octubre de 2010

Dios es mujer


Con cada día que pasa soy más consciente de mi posición natural como hombre. Si miramos a la naturaleza, a la belleza de las cosas, no veremos nada masculino. Todo, absolutamente todo cuanto nos rodea, es femenino. Lo bello, lo sencillo, lo básico, es maternal. La vida, la belleza, la armonía, la sencillez... género femenino en el sustantivo, siempre.

El papel que desarrolla el hombre en la naturaleza es mínimo, aunque fundamental. Sin embargo, el rol de la mujer es tan extraordinario y sobrecogedor que, cuando se descubre, embriaga.

Yo no dejo de asombrarme cuando la gente habla de Dios... Dios como lo dibujan los hombres no es más que el deseo masculino por el poder creador de la mujer, la frustración del hombre por conquistar aquello que le ha sido arrebatado y que, desesperado y soberbio, se atribuye como verdad absoluta. La rabia del hombre de haber sido despojado del poder de la vida le empuja a autoproclamar el género de Dios como masculino... mas no hay nada más bello, más puro y más creador que lo femenino.

Reconozcámoslo, Dios, de existir, seguro que es mujer. ;)

Más que una noche sin estrellas



Llevé tu nombre como un amuleto
aferrado a mis manos,
trepando por la colina,
con mis ojos mirando atrás por si tú estabas,
con mis lágrimas llorando los besos pasados.

Fuiste conmigo por cada una de esas montañas,
por cada uno de esos ríos,
recordándome que tú, y yo,
fuimos más de lo que imaginamos,
más que una tarde sin fin,
y más que una noche sin estrellas.

martes, 19 de octubre de 2010

¡¡¡¡¡¡¡ENTIÉNDELO!!!!!!!




A ver cuándo a muchas personas les entran en la cabeza estas cosas sobre la pareja:



- La pareja es algo que funciona bien en equilibrio. Fuera de él, sólo la paciencia, la tolerancia, el perdón, el cariño y el compromiso la mantienen con vida.

- El tiempo no pasa igual para ambas partes, cada persona lleva su ritmo.

- Los presentimientos hacia la otra persona y hacia nuestra relación no son creados de la nada, están infundados por algo y, de no aceptarse, acabarán aflorando más tarde o más temprano.

- Habrá veces en las que nuestra relación se quede coja. Entonces tendremos que soportar mucho más peso del que podremos imaginar, tendremos que paralizar nuestro avance y nuestros proyectos.

- Puede que en etapas de caos y bajón nuestra pareja no sea capaz de reaccionar, de tomar las riendas, de seguir nuestro ritmo. Puede que tal etapa se prolongue mucho en el tiempo. Entonces todo pasa a funcionar gracias al que lleva las riendas. Si él cae, todo se viene abajo.

- La vida sexual tiene fases planas, fases al alza y fases a la baja, muy a la baja.

- Si una persona es egoísta, es egoísta. Ayer, hoy, y cada día más. Lo mismo es extrapolable a otras facetas como la avaricia, la codicia, la independencia...

- Una pareja debe de tener un núcleo de propósitos común. Cuando ambos no comparten lo más básico, todo se vuelve inestable tarde o temprano.

- Tu relación con tu pareja no es eterna. Si no la cuidas muere.

- Las tiranteces y el rencor que hoy se pasa por alto en el futuro nos vendrá a visitar de nuevo.

- Lo que no se dice no muere, se guarda.

- Si dedicamos más tiempo a otra cosa que no sea nuestra pareja, ese tiempo se lo estamos quitando a nuestra pareja.

- Tu pareja tiene necesidades que tú no las puedes satisfacer, al igual que tú.

- El optimismo es necesario.

- Cuando tu pareja se dedica a ella misma crece su felicidad. Cuando ambos os dedicáis a los dos, crece vuestra felicidad.

- La distancia conlleva un resignamiento.

- El enamoramiento surge, el amor no. Se comienza cogiéndose de la mano, se continúa andando juntos, y cuando te das cuenta, llevas toda la vida abrazado a tu pareja.

- El compromiso implica voluntad. La relación termina cuando termina el compromiso.

- No se pueden cubrir todas las cosas anteriormente expuestas a la vez. ¡No somos perfectos, y nuestra relación tampoco!

jueves, 14 de octubre de 2010

Interminablemente unidos


Jamás habrá un triste día,
ni un precioso y tierno atardecer,
en el que no recuerde vida mía,
lo que yo te dí.

Jamás habrá más dulce instante,
ni más preciado fin del día,
en el que deje todo el mundo a un lado,
y aparezcas tú.

Jamás veré en otra tu mirada,
ni habrá más besos que tus besos.
Jamás habrá un amor como el que sentimos,
pues tú y yo estaremos,
por más que pase el tiempo,
interminablemente unidos.



Todo lo que ví contigo,
será siempre eternamente mío.
Conmigo irá tu ausencia,
todo aquello que robé de tí.
Tu inocencia,
tu maravillosa inocencia,
que inevitablemente,
por siempre será
mía.

Todo lo que yo viví contigo,
inevitablemente será mío,
y a nadie nunca tú podrás brindar,
lo que una vez, aquella vez,
yo tomé de tí.

For you and me

Yo aquí ando mientras tanto, haciendo canciones!


For all these years
I've been living without you
remembering the things we loved both
without asking me if was wrong.

For all these past days
I've been thinking about us
about the love that we felt
and the things that we've lost.

And there's nothing to excuse
nothing to excuse

We loved each other as the first time
the time has given us a new hole life to share
cause there's a chance again, for you and me, my love.

lunes, 11 de octubre de 2010

Unidos


Lo más bello de la unión,
no es el hecho de haberse unido,
es la misteriosa sensación
de que las partes se entremezclan
para hacer el todo.
Y así éste,
no lo es por sumación,
sino por equilibrio.
Lo más bello de la unión,
es la sensación de plenitud,
en carencia,
en promedio,
a sabiendas que las partes,
de lejos y apartadas,
no son puras,
está mezcladas,
y la una, sin la otra,
ya no saben subsistir.

martes, 5 de octubre de 2010

Haciendo mis pinitos



Y me pregunto... ¿y si escribiera canciones? Pues en ello estoy y creo que esto va a ser un vicio enorme...

sábado, 2 de octubre de 2010

Tengo fe



Tengo fe en que la vida
traerá a mí la paz y la calma.
Mas tengo miedo a que al hacerlo,
deje un gran abismo en el camino.
Tengo miedo a que se lleve lo que amo,
y que no consiga aprender a superarlo.
Tengo miedo a arrepentirme del pasado,
a no aprender a ser feliz con lo elegido.
Tengo fe en que las cosas,
de hacerlas bien y a mi manera,
darán tremendos frutos a la larga.
Mas tengo miedo que la suerte,
me de la espalda con el tiempo y, lo logrado,
se esfume sin poder ser disfrutado.
Tengo fe en los valores, en los principios,
tengo fe en la honestidad, en el coraje,
tengo fe en el valor, en el amor,
mas tengo miedo a que la vida,
me lleve a no encontrarlos con el tiempo.
Quiero creer en la humildad, en la pureza,
quiero sentir que puedo enamorarme,
que puedo retener a quien he amado,
mas tengo miedo a no poderlo disfrutar,
a que se vaya, a que me deje,
a no poderlo superar.
Tengo fe en que la vida,
de andar deprisa,
se hace más corta.
Y tengo miedo a que la muerte me sorprenda mientras tanto.
Tengo fe en que el dolor,
es justo y necesario.
Tengo fe en que la fe,
a veces es la única salida.
Tengo fe en el cuidado del cuerpo,
mas tengo miedo que la salud no me acompañe.
Tengo fe en la vida misma,
en que el sentido que le demos,
será lo más valioso que tengamos.

Dejando atrás todo lo mío


Por luchar por tí
dejé de amarme tanto.
Junté mi vida a la tuya
dejando atrás todo lo mío.
Fui amueblando tus estancias
y vaciando de proyectos
mi mesilla.
Atrás dejé las ventanas cerradas
y aireé mis frustraciones
con tus sueños.
Hoy comienzo a ver en mí,
parte de lo que yo no he sido,
parte de tu forma de ser,
y de lo que, sin querer,
he permitido.
No quisiera aceptar
que he aceptado demasiado,
que de luchar y luchar,
el tiempo todo se ha llevado,
que de llorar y llorar,
me he quedado sin aliento.

viernes, 1 de octubre de 2010

Por lo que somos incapaces de arreglar...



En tus ojos veo el tiempo que ha pasado,
por la forma en que me miras,
por lo que somos incapaces de arreglar.

En mi cara veo una espera indefinida,
unos ojos ya cansados, unos labios tristes...
por no saber volver a disfrutar contigo.

En mis manos siento miedo y abandono,
a no poder cumplir mis sueños,
a no aguantar más tiempo, amor.

Atrás dejé mis tardes contigo



Atrás dejé mis tardes contigo,
aquellas en las que ambos,
tan naturales,
callábamos en silencio.

Atrás dejé los paisajes hermosos,
las fotos a solas,
los viajes contigo,
tus besos.

Atrás quedaron nuestros cuerpos desnudos,
nuestros proyectos a medias,
los corazones pintados,
tu preciosa mirada.

Atrás quedó lo que otras muchas quisieran,
lo que viví yo contigo,
y lo que aún, estoy convencida,
volveré a disfrutar a tu lado.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Un pequeño libro


Dentro de poco, voy a ordenar hacer un libro incluyendo mis mejores poesías, y algún que otro texto. La verdad es que me hace mucha ilusión el conseguirlo por fin.

Si alguien quiere una copia, no tiene más que pedírmela a: milcosasquesentir@gmail.com

A priori, será alrededor de 20 eurillos, así que quien esté interesado/a que lo diga!

Lo más dulce del amor


Lo más dulce del amor
es el beso que nos queda
tras habernos ya besado,
es que no existe una coma
en tu respiración,
es que corazón,
a lo más dulce del amor,
no se llega cuando empiezas,
sino cuando sin quererlo continuas.

Los versos más hermosos



Los versos más hermosos son los que quedan al final del día,
tras haber extraído todo ante nosotros,
tras habernos dominado, sin indulgencia,
sin rencor,
hallando en nosotros la mismísima esencia,
una esencia violenta y salvaje,
pura y profunda,
que lleva todo consigo,
incluido el amor.
 

Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

http://www.squidoo.com/daniel-colleman-fotografos-de-bodas

Fotografo de bodas