viernes, 30 de septiembre de 2011

Adoro




Este es un poema que hice en 2008 y que es especial para mí.

* * * * *


Adoro cuando te acercas y observo tus párpados bajar,
lentos, profundos y eternos hacia el más oscuro vacío.

Adoro cuando siento tus labios tocar con suave presión mi boca
y esta se mueve sintiendo el tenue calor de tu aliento.

Adoro la forma en que se inclina tu cara y tus dientes apresan mi labio,
lentos, sin fuerza, deslizándose hasta caer en el aire.

Adoro la forma en que te acercas de nuevo y tu lengua toca la mía,
y por un momento siento el dulce sabor de tu saliva.

Adoro el sincronismo de tus manos subiendo hasta mi cuello
mientras siento que te aupas y bajo mi cabeza para hacerlo sencillo.

Adoro oir tus labios despegarse de los míos entre tanto silencio,
y tú entreabriendo tus ojitos, como habiendo despertado por el ruido.

Adoro cuando te separas y me miras,
y yo en medio de la habitación callado,
con el único sabor de tu carmín en mis labios
y el místico vapor de tu boca aún tiritando en el aire.

He de decirte




He de decir, que a veces me siento a tu lado con la única y miserable sensación de querer mirarte. Cada mañana, en la misma cafetería, desde el mismo rincón.

Te veo entonces llegar cada día envuelta en ropas distintas, cada cual a mis ojos más idónea. Y te veo sentarte en el mismo asiento siempre sola, y mirar por la ventana con un café en la mano. Hay días en que llueve y las gotas golpean los cristales. Otros en que el sol de la mañana te hace no mirar afuera, pero sí te hace más feliz, se te nota.

Te veo cada día mover el café despacio, hacia el lado izquierdo, con los mismos pendientes siempre entre tu pelo colgando, como dos piedras preciosas, a cada cual más bella. Y observo cómo vas leyendo un libro a la semana, todos envueltos en papel de periódico, será porque a nadie le interesa excepto a tí, será porque quién sabe qué estarás leyendo. Lo que sí he notado, entre muchas cosas, es que doblas las esquinas cuando alguien llega a la mesa y luego debes no saber en dónde quedaste, pues siempre tienes más esquinas dobladas de la cuenta... es gracioso, al menos a mí me lo parece. Porque entonces te noto desesperada, como si siempre te ocurriese lo mismo, y entonces me dan ganas de acercarme y recordarte dónde quedaste, pues aunque tú no lo sepas yo siempre te he estado mirando.

Te miro siempre con los ojos de quien sabe que nunca podrá tenerte. Tan inaccesible me pareces que con cada sorbo que llevas dando desde hace meses, multiplico mi deseo por tan sólo hablar contigo. Te miro con mis ojos de niño, con unos ojos hambrientos de cariño. Y te llevo cada vez que sales por la puerta en mi interior con alma errante, solitaria, pero eternamente tuya.

Quiero que sepas que hoy es la última vez que te he mirado, y he salido hace poco por la puerta que hay enfrente tuya con la maravillosa sensación de haberte disfrutado durante meses sin tenerte a mi lado, sin oirte, sin preguntarte tan sólo cuál era tu nombre. Y he de decir, que pese a ello, he sentido que te tenía. Porque cada día, a la misma hora, parecíamos quedar como almas solitarias cada uno en su asiento vacío... sólo que tú mirabas al mundo y yo te miraba a tí.

Te deseo suerte en el amor, tanta como yo he tenido.

viernes, 1 de julio de 2011

Lo bello que nos hace feliz




La vida se vuelve rudimentaria, después de todo somos personas independientes. El tratar de interdepender entre nosotros es sólo un gesto de demanda de amor, de supervivencia, de necesidad. Pero el tiempo vuelvo todo mecánico, tarde o temprano. Y entonces nos dedicamos a buscar una felicidad ya casi olvidada, a retornar o quizás buscar una esencia más nuestra, no sólo en nosotros, sino en lo que nos rodea. Hacer lo que nos gusta muchas veces es lo que más nos llena y lo que más nos hace felices. Puede faltarnos todo, pero hay cosas con las que somos nosotros cien por cien.

Sobrevivir al medio puede llegar a ser arduo. Y cuando pasan los años nos damos cuenta que muchos de los ideales que buscábamos de jóvenes son más ideal que realidad. El día a día nos deja bastante desnudos ante una vida bastante distinta a como por entonces la dibujábamos, y nos encontramos solos, en constante cambio. Asimilarnos entonces es tedioso, pero productivo. Cuestionar es humano, pero la parálisis es mortal, hay que seguir avanzando.

¿Y qué queda? Aunque no lo veamos quedan aquellos que nos quieren y aquello que queremos.

Habrá quizás que dar gracias a la vida por lo poco e intensamente bello que nos hace feliz.

miércoles, 13 de abril de 2011

NUEVA WEB!!!!!!!!!!!!!!



MIL COSAS QUE SENTIR se convierte en algo MUY GRANDE! Queremos comenzar con todos vosotros una nueva etapa en la que damos el paso finalmente hacia un portal en el que nos gustaría que estuvieseis todos y que visitarais tanto como siempre habéis visitado este blog.

Ha costado decidirse pero el paso ya está dado en firme y estoy muy ilusionado!

Os invito a visitarlo:

http://www.milcosasquesentir.com

martes, 8 de febrero de 2011

Trigo limpio




Hay algo que uno va aprendiendo con el tiempo y es a separar el grano de la paja. Aprender qué es trigo limpio es algo que al principio puede traernos por el camino de la amargura y regalarnos más de un problema, pero a la larga la experiencia hace que vayamos anticipando cada vez mejor la clase de personas con las que tratamos.

Algo que siempre me costó mucho fue el identificar aquellas personas que podían hacerme daño. Miraba con demasiada buena fe a los demás y esto llegó a ocasionarme algún que otro problema.

Un tema que siempre me ha traído inquieto es el de la confianza. Es decir, ¿hasta qué punto es sano tener confianza en las personas? Realmente, no tiene sentido. No hay nada más indeterminado que el ser humano. Yo soy más de la opinión de que hay personas que me resultan más fiables y otras menos fiables. Pero confianza total, siendo sincero, puede que no tenga en nadie. No es nada malo, simplemente es una visión objetiva. El decir que tenemos absoluta confianza en un amigo me parece quizás algo más romántico que real, ya que si entendemos la vida misma nos daremos cuenta que las personas son seres absolutamente cambiantes y dependen de multitud de factores, por lo que para mí sería imposible otorgarles una confianza ciega.

Sin embargo, algo que sí valoro, y cada vez más con el paso del tiempo, son aquellas personas en las que el paso del tiempo me ha dado señales de rectitud y firmeza a la hora de mantener cierta actitud de lealtad hacia mí. Quizás es lo mejor que podemos buscar en una persona, la lealtad, más que la confianza. Hay una frase muy buena de Luis Gabriel Carrillo Navas que dice así:

"Existe tres cosas que me decepcionan:

La hipocresía, porque no nos permite confiar.
La injusticia, porque hace ver a unos más que otros cuando no se lo han ganado.
Y la deslealtad porque deja sin piso parte de nuestros principios."


p.d.: por cierto, aprovecho para comentar que en breve este blog lo cerraré de manera privada sólo para contadas personas por lo que por favor, los que estéis interesados en seguir leyéndolo avisadme de ello y mandadme vuestro email a milcosasquesentir@gmail.com

Gracias.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Adelante, siempre hacia delante




Las personas actúan en función de sus traumas, de sus miedos y de sus frustraciones. Y estos traumas, miedos y frustraciones son capaces de mutar. Es decir, una vez se cierran unos aparecen otros. Por tanto, hay dos maneras de focalizar la vida, o contra ellos, o escapando de ellos. Estos traumas, miedos y frustraciones no siempre son conscientes, pueden llegar a ser inconscientes. Pero lo que sí es seguro es que son retroalimentables y que son poderosos. Así, estoy seguro de que las personas, acorde a los mismos, tienen propensión a actuar de una manera u otra a largo plazo. No estamos hablando de decisiones o modos de actuación a corto plazo, de manera inmediata, que pueden ser perfectamente racionales, sino de formas de vida, caminos vitales.

Un camino vital determinado está influenciado:

primero) por lo que debemos esquivar
segundo) por cómo lo esquivamos
tercero) por el camino pendiente de explorar
cuarto) por el camino ya explorado y sus consecuencias sobre nosotros

El camino ya explorado y el cómo afectó sobre nosotros o cómo lo supimos asimilar influye directamente en cómo esquivaremos los pormenores venideros y cómo afrontaremos un camino incierto y desconocido hasta entonces.

Lo que llevamos con nosotros es lo que somos, sepamos que lo llevamos o no. El sobrevivir con entereza al caminar depende de cómo seamos capaces de identificarnos poco a poco y de cómo seamos capaces de aceptar lo que llevamos.

Los traumas, miedos y frustraciones pueden ser heredados o adquiridos. Esto es, pueden haber sido absorbidos por otras personas altamente influenciables para nosotros o bien adquiridos por experiencias traumáticas o sucesos en nuestra vida. Así, una persona que no encuentre trabajo durante mucho tiempo puede llegar a sentir que no vale para trabajar y que por cómo es no es aceptado en la sociedad. Una persona que no consiga enamorarse a lo largo del tiempo comenzará a sentir miedo ante la posibilidad de no experimentarlo nunca y esto se retroalimentará con el tiempo hasta hacerse creer que realmente es una persona incapaz de conseguirlo o que no vale para ello por una serie de razones.

Esta forma de autoconfigurarse de las personas les va tejiendo progresivamente como lo que son y generando nuevas frustraciones que hasta entonces no tenían, dictando su modo de operación de cara a sucesos venideros.

Aprender a aceptar la vida como viene y como vino a nosotros tiempo atrás no es fácil, y vivirla como viene tampoco lo es. Tampoco es fácil no culpar a las personas por lo que son o por lo que hicieron, aceptar que sucedió por una serie de razones muchas veces arbitrarias y exentas de control total...

Yo he aprendido algo muy importante con el paso del tiempo. Y es a tomar mis decisiones únicamente a sabiendas de si quiero continuar como estoy o bien cambiar, todo se resume a eso. Puede parecer egoísta, pero es que es así. No me importa que las cosas puedan cambiar en un futuro, y puede que cambien, pero si no quiero seguir con algo, si no me hace feliz o bien si no me aporta un sentido, simplemente cierro la puerta, porque es esta la única forma de avanzar hasta donde quiera la vida llevarme...

He aprendido otra cosa importante. Mis decisiones pueden ser correctas o no, y sus consecuencias pueden ser beneficiosas o pueden perjudicarme, a mí o a otras personas. Pero no puedo dejar de tomarlas influenciado ni por las circunstancias ni por sus posibles consecuencias. Si la tomo, y veo que me he equivocado, asumo mi equivocación, pero no cambio mi decisión, sino que continúo hacia adelante, porque la decisión ya está atrás y las consecuencias conmigo.

Adelante, siempre hacia delante.

lunes, 31 de enero de 2011

Pensar por nosotros mismos


Estoy muy interesado en todo lo que supone una liberación personal. Estoy absolutamente convencido de que las personas vivimos acorde a las adquisiciones psicológicas que tuvieron lugar en nosotros en la fase más temprana de la vida. Y es el proceso de ruptura con lo adquirido el más complicado para las personas y el que modela nuestra vida. El cómo nosotros comprendamos las presiones a las que hemos sido inconscientemente sometidos en años pasados por parte de la sociedad, de nuestras familias, de nuestros amigos... condiciona enormemente el cómo podemos hacerlas frente y el cómo podemos llegar a liberarnos de ellas. Cuestionar el qué somos y el por qué lo somos es sano y nos hace desarrollarnos como personas, nos hace encontrarnos más con la persona que queremos ser y no con aquella a la cual han querido otros que nos parezcamos.

Estas imposiciones y/o limitaciones no vienen únicamente canalizadas por la sociedad ni por la familia, sino también por las personas a las cuales de pequeños creímos y por las cuales nos dejamos guiar. Cuando fuimos niños, el aprendizaje vino impuesto por la adquisición de modelos de conducta, de lecciones absorbidas por ejemplo ajeno y de pequeñas dosis de experiencia personal. Es por ello por lo que ciertos patrones de conducta encuentran su reflejo o explicación en el modo de ser del padre o de la madre, o en su defecto del tutor.

La visión del mundo, los miedos adquiridos, la cultura sexual... muchas veces no son propiamente adquiridas, sino que son limitadas por lo que en un tiempo se modeló como certero y hoy, asumimos que así es, sin pararnos a pensar si tiene sentido.

Así, me resultan muy interesantes las personas que luchan por hacerse a sí mismas desde cero, con una visión objetiva de lo que acontece e imponiéndose a sí mismas un modelo personal de la vida misma.

viernes, 28 de enero de 2011

Pensamientos variados...




- Cómo me joden los tíos que van al baño y antes de entrar ya se están bajando la bragueta. O los que ven que estás dentro y aún así abren la puerta. O los que van con ansias que parece que se van a mear nada más llegar. O los que hacen sonidos extraños cuando están a tu lado meando. O los que se la agitan que parece que van a salpicar a todo el mundo, o simplemente quieren fanfarronear de que no les cabe en el meadero público...

- Hoy han comprado mi empresa, hemos pasado a ser una operadora de telecomunicaciones inmensa americana, así que bueno, espero que nos den iphones gratis a todos! Aunque me temo que seguiremos teniendo las mismas cutreblackberrys... al final el iphone me lo acabaré cogiendo por puntos...

- Ayer me dieron una noticia muy triste, no todo puede ser bueno...

- Esta noche voy a cenar a un mexicano, estoy muy contento! con lo que me gusta la comida mexicana!

- Esto de beber mucha agua y comer mejor me está viniendo bien, las camisas ya me cierran perfectamente y mi mujer me ha dicho que se me nota en la cara! Si se me nota en la cara estaré más bueno, no? :)

- Estoy pensando qué regalar por San Valentín... son muchas opciones, pero tampoco tengo tanto presupuesto... mmmm, ¿quizás una colonia? o no? ya está muy visto quizás... ¿existe Allure para mujer? yo la uso y es muy buena para hombre... será igual de buena para mujer? mmmm

- Hoy no he hecho la cama, lo reconozco públicamente!

- Para una vez que riego el jardín en dos semanas y va hoy y cae un torrente de agua.... Menos mal que no me ha dado por lavar el coche!

- Mi perra está últimamente más contenta porque corre mucho y juega mucho en el parque, y yo también porque la veo más feliz!

- Creo que este fin de semana tengo que ponerme al día con algunas cositas... hay que estar activo! gracias Pharmaton Complex!

- He llegado a la conclusión de que la gente que come mucha fruta y bebe mucha agua es más feliz.

- Ayer me puse a echar cuentas y para hacer todas las cosas que quiero cuando tenga niños necesitaré 6000 euros al mes o_O! Bueno, creo que puedo conseguirlo, ánimo Dani!

- Creo que... ya que he quedado para ir al mexicano esta tarde....... un día es un día, no? me voy a ir a comer hoy también al mediodía fuera.... pero ligero eso sí, ligero... bieeeeennnnnnn!!!

- Ah, y mi perra es la más guapa de todas las perras. Comprobado.

lunes, 24 de enero de 2011

¿Usted piensa que es grave?



Yo tengo un problema doctor. Y es que me aburro, me aburro en general, de la gente ya sabe. Bueno, no de la gente a la que quiero obviamente, pero sí que llega un momento en el que todo me parece igual, en el que necesito gracia, chispa, esas cosas que te hacen sentir curiosidad, y no blablabla más de lo mismo. Es más, ya no es que lleguen a aburrirme, es que me cansan, me exasperan, me irritan incluso! Y esto es un problema, porque muchas veces me siento como paseando por un centro comercial en el cual vas viendo ropa y no paras de decir "esto no me gusta, esto no me vale, esto no me sirve...". Doctor, ¿usted piensa que esto es malo?

Lo peor de todo es que pienso que soy normal, y que precisamente mi sentimiento es lo más normal del mundo, y que los otros llegan a pensar eso mismo de mí, incluso llegan a aborrecerme!. A lo mejor es que necesito más motivación, motivación por la gente me refiero... o no. Quizás es que la gente va a un ritmo interno o vital muy lento por regla general y yo voy demasiado deprisa, que lo exploro todo con un afán de curiosear desmedido, o que necesito imperiosamente avanzar sin quedarme quieto... Quizás es que siempre necesitamos a alguien parecido a nosotros al lado, y es por eso por lo que con las mismas personas de siempre, estamos tan a gusto...

miércoles, 19 de enero de 2011

Inversión y Valor



Muchas de las personas jóvenes que conozco tienen dos problemas comunes:

- No saben en qué invertir su esfuerzo.
- Cuando invierten es con miras a corto plazo.

La inversión, y ya no hablo de la inversión económica, siempre debe ser a medio-largo plazo. Y no hay mejor inversión que uno pueda hacer que en uno mismo. Todo lo que sea embarrarse, llenarse de problemas, pasar por dificultades, fracasar... todo eso es excelente. Lo que pasa es que la gente no quiere ese tipo de cosas.

En España cuando quieres montar un negocio, si te acercas a alguien y le hablas de la cantidad de fracasos anteriores que has tenido, son muy pocos los que quieren trabajar contigo. La mayoría prefiere trabajar con gente que haya pasado por numerosos éxitos, parece buscarse una "trayectoria impoluta".

Fuera, en EEUU o en otros países, lo primero en lo que se fijan es en los fracasos que has tenido y en cómo has aprendido de ellos. Y es que no hay mejor lección que la que se comete errando.

Personalmente me gusta invertir mi tiempo en aprender, en probar cosas nuevas, en tener experiencias diversas. No me preocupa no ganar mucho dinero durante un tiempo pues sé y tengo el convencimiento, que si uno aprende por el camino, se mueve, investiga y toma experiencia, a la larga todo vendrá rodado.

En definitiva, invierte en valor que es lo mejor que uno puede hacer.

Recordad la frase de Warren Buffet: "El precio es lo que tú pagas. El valor es lo que obtienes."

jueves, 13 de enero de 2011

Acepta


Nuestro trabajo está expuesto a los demás. Y no sólo él, también nosotros mismos, nuestras opiniones, nuestra forma de ser... Únicamente lo que hacemos en nuestra intimidad es nuestro por completo, y es allí donde más tranquilos estamos pues nos liberamos del peso de la exposición ajena.

A menudo observo personas que se retiran por voluntad propia durante un cierto tiempo a sus casas, o de vacaciones, o simplemente a pasear, con el fin de encontrarse solos. Esto me hace entender que realmente la presión que soportan las personas a diario, expuestas a sus semejantes, es muy intensa. Sin embargo, todas estas personas, cuando se les brinda la posibilidad de tener una relación cercana, de confianza y flexible, están eternamente agradecidas, y se sienten en cierto modo liberadas, e intiman, se relacionan sin miedo y son ellas mismas.

El miedo a ser juzgado o el miedo a ser comentado o criticado ralentiza a diario el avance de muchísimas personas por todos los lugares del mundo. Aprender a vivir sin ese miedo es fundamental, así como también aprender a respetar y custodiar nuestra intimidad. Este aprendizaje, necesario para todas las personas, es un proceso de liberalización absoluto que expande a las personas y les hace llegar, muchas veces contracorriente, a lugares donde ellos mismos antes se hubieran visto incapaces de llegar.

Esto delata que una fase muy importante en la maduración personal de cada uno que es la de autointegrarse con su entorno y aprender a digerir las presiones que sobre uno son vertidas, aprender a interactuar y a relacionarse. ¿De qué sirve pues algo si una vez emprendido permitimos que seamos absolutamente apedreados por las opiniones de otros?

En mi experiencia personal estoy aprendiendo a que lo que yo hago no siempre agrada a otras personas, no siempre es bien visto, bien evaluado y muchas veces comentado negativamente. Estos comentarios pueden venir en tono jocoso, pueden venir en tono dañino o incluso en gestos desagradables. Al principio la presión era insoportable, pero conforme avanza el tiempo uno aprende que con quien pasa el resto de su vida es con uno mismo y es absurdo dejar que otros interfieran negativamente en lo que a uno le da vida y le otorga libertad.

Aprender a hacer lo que queremos de manera libre, conscientes de la posibilidad de fracasar e independientemente de la imagen u opiniones vertidas es fundamental para desarrollarnos como la persona que queremos ser y conseguir, en un futuro, aceptarnos más abiertamente, entendernos mejor y estar más orgullosos de lo que hicimos y de cómo, gracias a esta actitud, llegamos a ser lo que entonces somos.

martes, 11 de enero de 2011

No hay razón posible



No hay razón por la cual pueda sentir
que sintiendo lo que siento a tu lado
mi vida deje de tener sentido.
No hay razón posible en ninguna tarde a solas,
ni en ningún sofá al lado de cualquier ventana.
No hay razón por la cual no pueda estar contigo,
ni pensar siquiera que somos diferentes.
No hay razón por la que pueda verme hundido,
o verme, si cabe, frustrado y abatido.
No hay razón por la que yo me vea diferente,
o a tí, lo que es lo mismo, similar.
No hay razón por verme solo al verte hermosa
o por verte esculpida de mi mismo trozo de alma errante,
o cariño... porque al verte,
mi vida pegue un vuelco
y sienta que te amo.

lunes, 10 de enero de 2011

Nosotros y nuestro entorno


Cada vez veo con más claridad que el mejor consejo que se le puede dar a una persona cuando es joven es que cuando se encuentre en una disyuntiva en su vida, opte por aquello que le pida el corazón, por aquello que le guste realmente. A menudo se nos educa para que optemos por lo más práctico, por lo útil, por lo que a la larga nos traerá un supuesto bienestar (económico). Con ello las personas se escudan en que muchas veces el corazón puede conducirnos a situaciones poco prósperas o que supongan para nosotros un fracaso emocional. Sin embargo, cada vez soy más de la opinión de que la vida no consiste en hacer aquello que sea más "útil", sino en hacer aquello que nos permita experimentar, que nos permita ser felices y sufrir también, por supuesto. No podemos negarnos a hacer algo por pensar que sufriremos con sus consecuencias, únicamente debemos negarnos si racionalmente entendemos que puede perjudicarnos seriamente. Pero, con el tiempo uno va entendiendo que el proceso de vivir significa experimentar un cambio hacia la libertad de ser quienes queramos ser, de vivir la vida acorde a lo que queramos hacer de ella y de extraer de las situaciones todo lo que esté en nuestra mano.

Invertir en nosotros mismos es pues la mejor de las decisiones pues afecta a nuestra vida social, a nuestro cuerpo, a nuestro espíritu y a nuestro corazón. Estos son los cuatro ejes básicos sobre los que una persona debe de trabajar para autorealizarse.

Para comenzar a invertir en nosotros mismos debemos partir de cuestionar nuestra educación, cuestionar las reglas a las que diariamente nos sometemos y dejar hablar a nuestro interior. A diario, inconscientemente, es curioso cómo la mayoría de las reglas que nos han sido impuestas de pequeños, las ejecutamos rigurosamente día tras día sin pararnos a pensar si tienen sentido o no, si nos benefician o realmente nos limitan. Comenzamos pues a darnos cuenta que somos más arquetipos de ciudadanos que la persona que realmente somos o podemos llegar a ser. Y asimismo, comenzamos a identificar cierto tipo de comportamientos en quienes nos rodean, en nuestros amigos, en nuestra familia... vemos que existe una cierta epidemia social que impone a muchísimas personas diariamente unos patrones de conducta por los que regirse y en base a los cuales funciona la sociedad.

Hacer de nosotros mismos unas personas únicas y auténticas no implica desmoronar todo el sistema ni sus reglas, simplemente cuestionarlo y buscar nuestro propio punto de vista, nuestra propia perspectiva del mundo.

Podremos vernos sujetos a ciertas ligaduras insalvables a día de hoy que nos limitan en nuestro proceso de cambio y liberación. Efectivamente, nos damos cuenta de manera automática que no es tan fácil hacer lo que uno quiere. Pero, acto seguido, descubriremos que una forma de ser, una forma de ver y entender la vida no implica cambiar una estructura social establecida, sino nuestra actitud con el mundo, o lo que es lo mismo, nuestros hábitos, el cómo nosotros interactuamos con nuestro entorno.

miércoles, 5 de enero de 2011

Me gustabas tú



Me gustaba tu pinta de malo con ese corazón enorme. Tus aires de pasión y libertad, de pobreza y no necesitar apenas nada. Me gustaba tu cazadora de cuero y tu pelo largo. Me gustaba tu voz masculina y tus ojos profundos. Me gustaba que me mirabas como si contigo no hubiera ningún problema. Me gustaba que me tratabas con un cariño especial. Me gustaba tu cuerpo más grande que el mío, tus hombros y brazos y espalda, me gustabas tú en general, pero tu cuerpo me arrebataba. Me gustaba tu forma de hablar, lo que escribías. Me gustaba que no había otra cuando estabas con otros. Me gustaba que tú te hubieras fijado en mí, a sabiendas que había más y, está claro, mejores que yo. Me gustaba que no tenías fin, que eras un acelerador infinito, y una vez te pisaba no había curva que te parara. Me gustaba tu forma de conducir, tus gafas oscuras, tu camisa negra y tus vaqueros perfectos. Me gustaba el verano contigo, los paseos y bañarme en el lago. Me gustaba que no nos viese nadie, huir de mis padres, explorar el sexo contigo. Me gustaba correr en tu moto, soltarme el pelo contigo, ver cómo me quitabas la camisa sin apenas pedirlo. Me gustabas tú, me gustabas de enero a diciembre, tu sonrisa y tus manos férreas y ágiles, tus dedos poderosos y tu bello exacto. Me gustabas tanto que no podía olvidarte, ni despierta ni dormida, tanto un día como otro. Me gustaba que contigo yo era otra y en mi familia, la misma que era siempre. Me gustaba el que hicieras de mí una mujer, y me gustaba, me encantaba, que yo podía hacerte, o eso creía, aún un poco más hombre.

Allá por finales de marzo


¿Quieres que te diga lo que siento?
Siento tus ojos azules ahora vibrantes en los míos,
siento tu cuerpo latente en un aire templado,
tu pelo vagar al aire como vagan las poesías de la gente,
la impotencia de querer hacerte mía y no encontrar ni cuándo,
ni cómo, ni dónde podré quererte aún más de lo que ya lo hago.

Siento tu pasado conmigo,
las historias que pasamos aferradas aún a nosotros,
tu mano delicada agarrada a la mía con los pies mojados,
siento tu voz temblorosa sin saber qué decir,
siento que no hubo un momento en que no te haya llorado.

Siento el mar, tu mar, mi mar, atado a mi vida.
Siento la brisa temprana tocar nuestra piel sin promesas.
Siento lo que tú preguntas, lo que yo he anhelado.
Y siento no haberte besado allá por finales de marzo.

domingo, 2 de enero de 2011

Cerrando etapas


Creo que estoy cerrando una etapa. Una etapa de cambio, de crecimiento, de metamorfosis. Han sido diez años en los que he explorado muchísimas cosas, he estado en muchos lugares y he conseguido mucho... Sin embargo esa etapa siento que está cerrándose y muy probablemente falta un par de añitos para cerrarla del todo. Me pregunto qué me depararán estos dos siguientes años en los que muy probablemente tendré alguna que otra sorpresa...

Lo que sí estoy convencido es que se avecinan otros diez años cargados de nuevas sensaciones, de nuevas aventuras y de nuevas experiencias...

En la etapa que poco a poco voy dejando atrás he conseguido independizarme, pasar por 3 casas distintas, conseguir mi casa definitiva, me he casado, he estado en Londres, Lisboa, Roma, Bélgica, Holanda, Australia, Bali, Singapur, Lanzarote, los Pirineos, Francia... he comenzado a amueblar mi casa, he creado mi propio negocio, he zanjado algunas relaciones, he conseguido grandes amigas, he tenido mi primera crisis de pareja seria, he pasado por dos empresas distintas, he tenido mi primer perro...

Realmente han sido diez años completos, y veo la próxima década con ilusión en compañía de mi mujer y en esta casa que tantas alegrías me ha dado.

Me ha costado mucho esfuerzo y sacrificio llegar hasta hoy, he trabajado muchísimo y he soportado mucho estrés en estos diez años, pero también he vivido momentos inolvidables...

La verdad es que estoy descubriendo que cada día me aterroriza menos la edad, simplemente no me importa. Lo que sí me importa es disfrutar lo máximo que pueda todo lo que venga y afianzarme como la persona que quiero ser. Quedan momentos muy especiales por vivir, y seguiré disfrutando de décadas y décadas hasta que mi cuerpo aguante.

Quizás lo que sí estoy viendo es que se avecina una etapa de asentamiento y mayor autoaceptación, de realización y de lucha por nuevos proyectos e ilusiones...

En fin, ánimo y al toro.

sábado, 1 de enero de 2011

El amor


El amor siempre me ha parecido una tortura, en ningún caso una bendición. La vida sin amor sería más sencilla, pero reconozco que menos atractiva y menos estimulante. Lo malo del amor es que se activa sin nuestro permiso, y no podemos entender por qué, no podemos controlarlo, y aunque queramos poner punto y final, no depende de nosotros. Lo malo no es que una vez acaba deja un llanto inmenso, lo malo es que queda con nosotros, dentro de nuestro ser, y en las esquinas a veces vemos historias, en otras bocas vemos palabras, y en otros ojos miradas pasadas. No es malo, es así, no tiene explicación. Lo difícil es aceptar que las historias son historias de nuestra vida y que merecen un respeto, una aceptación y, aunque nos cueste entenderlo, un cariño. Un cariño pues una vez las vivimos ilusionados y nos convirtieron en lo que hoy en día somos. Un cariño por lo que nos dieron, aunque hoy de eso ya no quede nada.

El amor es el más claro ejemplo de retroceso e involución, de destrucción y de fin. Nos consume, nos aniquila, nos monopoliza en pro de un único objetivo. Pero también es una forma de crecer, una forma de evolucionar, y una forma de aprender. Lo malo es que hasta que nos damos cuenta de ésto, probablemente pasa mucho tiempo.

Aceptar que pasó es tan difícil casi como aceptar que aún hoy y por siempre formará parte de nosotros, de nuestra historia y de nuestro corazón, queramos o no, y por ello merece un rincón especial, no es nada malo.

Contigo arrastras la esperanza



Yo sé que tú contigo llevas
la horrible sensación de ser yo,
muy a tu pesar, el único hombre al que
realmente has amado.
Yo sé que tú contigo arrastras
por mucho que avance la vida,
el recuerdo tan amargo
de haber tenido que escuchar adiós.
Yo sé que tú ya no conservas esperanza,
que tu vida a mí ya me ha borrado,
pero sé también que algo en tí aún habita,
muy profundo si apenas cabe,
ignorándote por siempre y diciendo,
que un día, aún lejano, volveré.

A mí me perteneces



A mí me pertenece aquel beso que tú,
aquella noche, con eterna sinceridad,
me diste cerrando los ojos.
A mí me pertenece tu vestido cayendo,
tus deliciosas manos en mi pecho apoyadas,
tus ojos mirando los míos enamorados
y las horas que en la cama tú y yo pasamos.
A mí me pertenecen las palabras que dijiste,
lo que tú por mí darías,
la cena que tuvimos
y las sonrisas que sólo a mí me dedicaste.
A mí me perteneces aunque ya no estés conmigo,
aunque vayas lejos y otros labios se hagan tuyos,
aunque mires otros ojos,
y otras manos descubran en tí lo que yo estoy escribiendo.
A mí me perteneces porque una vez dijiste que me amabas,
y después te fuiste triste,
con los ojos mojados
y esperando mi regreso.
 

Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

http://www.squidoo.com/daniel-colleman-fotografos-de-bodas

Fotografo de bodas