Hay momentos en los que uno presiente un cambio importante en su vida, uno de esos cambios tan bien conocidos que le hacen dar por finalizada una larga etapa para ver cómo da comienzo una nueva. Estos sucesos son forzados por las circunstancias y no determinados por uno mismo. Así pues, implican un esfuerzo por readaptarse a lo que deberá ser asimilado y renovado.
Mi experiencia me dice que este tipo de presentimientos suelen tenerse previamente a la sucesión de varios cambios, si bien no simultáneos, sí próximos temporalmente entre sí, que desestabilizan por completo el sistema vigente impuesto en nuestras vidas. Suelen intuirse por la modificación progresiva de nuestro entorno y por su correspondencia con un periodo de inflexión social de cuantos nos rodean. Como se suele decir... el cuerpo lo va pidiendo.
Me pregunto cuándo estos cambios sucederán, de qué tipo serán y cómo me afectarán. Puede que todo esto venga por la primavera que tanto altera, no lo sé. Quizás es que empiezo a estar cansado ya del invierno. A todo esto, me resulta sorprendente cómo me mimetizo con las estaciones del año...
Hay que ir preparando el jardín, la savia comienza a fluir.
Un abrazo.
Daniel.
Pues has puesto un jardin bellísimo y policromático. Yo también empiezo a cansarme del frío, de la lluvia y de llevar tanta ropa encima. Ojalá que este año el calor traiga consigo esos cambios que necesitamos, parafraseando a mi abuela, como agua de mayo!
ResponderEliminarYo creo que ya nos toca.
Besitos
Con este lujo de fondo audiovisual, está claro que por lo menos aquí , llegó la primavera...
ResponderEliminarBuenas tardes Daniel...El tiempo nos influye, siempre se ha dicho que influye hasta en nuestro carácter,,llevamos un invierno muy sombrío y pasado por agua, nada apetecible para mi que soy más del buen tiempo...
Y chico , muy sorprendida con tu texto, más o menos por no decir del todo así es y así pasa cuando algo está apunto de cambiar...Qué bien que lo estás presintiendo y ya te haces hasta preguntas de cómo, cuándo , etc...Lo malo es cuando ese cambio no es por tu gusto ni por tu parte, sino que te lo encuentras sin esperarlo y encima no deseas ese cambio porque tal y como estabas, estabas divinamente y mucho menos aún lo pedía el cuerpo...
Espero que ese cambio sea para mejor, que te llene de nuevos y actractivos aportes y sobre todo que lo disfrutes. Habrá merecido la pena cambiar.
Feliz tarde.
Un Beso y un Abrazo.
Paloma.
Yo también presiento cambios, aunque en mi caso vengan impuestos por las circunstancias.
ResponderEliminarPreciosa la foto, da alegría!
JO: eso espero yo también guapa, más me vale porque si no.....
ResponderEliminarPALOMA: sí, no sé por qué, pero excepto en dolerme los brazos el tiempo me influye. Agh, parezco un abuelo ya jajaja. El sol hace más felices a las personas y yo lo necesito como dice Jo, como agua de mayo!!! un abrazo.
AIDA: alegría das tú, guapa!