lunes, 1 de febrero de 2010

Querer



Las personas en la actualidad están transformando los cánones de la sociedad antigua. Así, en cuanto a relaciones se refiere, hemos pasado de cumplir rigurosamente con una estructura vital asumida por todos a cuestionar entidades como el matrimonio, la familia... Antes, las personas seguían una secuencia lógica de pasos desde que nacían hasta que morían y vivían acorde a tal evolución. Progresivamente, a medida que la libertad aumentaba, la sociedad tendía a despojarse de sus ataduras en pro de una evolución personal satisfactoria, un aumento de sus expectativas y una mejora sustancial de su felicidad. Todo este inmenso movimiento se vió engrandecido y alentado por campañas publicitarias, tendencias sociales y por supuesto, la concesión de derechos desde los diversos organismos políticos.

Este aumento de la libertad acrecenta las posibilidades de las personas, algo que están experimentando de especial modo las mujeres de este país. Ya no hace falta casarse pronto, es más, se desvirtúa la entidad del matrimonio dada la poca credibilidad -y va en aumento- de la Iglesia en nuestro país. Tampoco hace falta el terminar de concebir a un niño si no te sientes segura, puedes erradicar su vida simplemente con un aborto. Y qué duda cabe, ya no hace falta apostar y arriesgar por una relación pues, si no estás totalmente segura de que esa persona no es la adecuada, puedes dar media vuelta y buscar a alguien mejor.

La contínua evolución de las posibilidades y esta sociedad cambiante y llena cada día de mil puertas abiertas, acrecenta un sentimiento de insatisfacción generalizado acompañado de una buena dosis de inseguridad. Asimismo, las mujeres no solamente están descubriendo que es más factible el competir con el hombre en esta sociedad, también están dándose cuenta de que, efectivamente, están mejor capacitadas para algunas funciones, intelectualmente son más eficientes y personalmente más desarrolladas. Su espíritu competitivo y sus ganas por redescubrirse a sí mismas se ve retroalimentado con el aliento de una población que las impulsa a no sólo igualarse, sino ser mejores que los hombres que dominan aún hoy las empresas, la política, los mercados...

Estamos observando que la mujer moderna de hoy en día tiene una clara insatisfacción de cara a sus relaciones personales. Los hombres sencillamente no están a su altura y ellas, no pueden perder el tiempo, ni conformarse ni resignarse.

Vemos cotidianamente mujeres que en lo personal retrasan su vida familiar pues deben de esperar cada vez más a poder encontrar un hombre que las complemente y que las llene, y a su vez ellos no son capaces de encarar la prematura madurez de la mujer. Se está invirtiendo la balanza.

Son muchas las mujeres que, dada su fuerte introspección, su capacidad y desarrollo intelectual, su evolución y su energía, se muestran sorprendentemente seguras de cara al público y, sin embargo, encierran una inseguridad íntima que las hace cuestionar a diario su futuro, su camino y, sobre todo, con quién deben estar. Así surgen mujeres con relaciones esporádicas, embarazos tardíos, sentimientos de vacío, carencias, insatisfacciones profundas, divorcios, familias rotas...

¿Cuál es el sentido pues de una pareja?
¿Hasta dónde debe llegar el compromiso?
¿Cuál es el precio a pagar por el amor? Y lo que es más interesante, ¿hasta cuánto estamos dispuestos a pagar?

¿Esta sociedad enaltece el amor o lo desacredita?

Uno de mis autores favoritos es Ortega y Gasset, el cual una vez sentenció:

"Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella."

Asimismo, dijo:

"El amor auténtico se encuentra siempre hecho. En este amor un ser queda adscrito de una vez para siempre y del todo a otro ser. Es el amor que empieza con el amor."

No puedo estar más de acuerdo con estas frases...

El amor es una elección que se fundamenta en el amor por el amor. El compromiso, es una elección. Una relación, es un proyecto común de futuro. Y las personas, no entienden de perfección porque de manera natural carecen de ella. El arte es el único reflejo de una perfección inherente en la belleza de la vida.

No es una cuestión de conformarse, es una cuestión de querer.


Un abrazo.
Daniel.

p.d.: aprovechando la foto de este post, os dejo una cita de esta maravillosa mujer...

“Desde hace mucho tiempo, decidí aceptar la vida sin condiciones.
Nunca esperé que la vida me diera algo especial, y aún así conseguí mucho más de lo que jamás hubiera esperado.
La mayoría de las veces, las cosas me han sucedido sin buscarlas yo”



(Audrey Hepburn)

3 comentarios:

  1. Una vez alguien me dijo "¿qué andas buscando?" yo lee responddí "nada en especial , pero has aparecido tú y para mi eres muy especial ".No se busca , sólo se encuentra .


    Un beso .

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  2. A veces las cosas surgen sin esperarlas, al menos esa es la teoría. En la práctica no siempre es así, a veces transcurre el tiempo y las novedades brillan por su ausencia.
    De todos modos, supongo que no hay que perder la confinanza...
    Que tengas un buen inicio de semana!

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  3. Namasté Dani,
    Das en el clavo. Hoy por hoy, hay temor amar y entregar, con miedo a perder. Me gustan las frases de Ortega y Gasset, son auténticas y preciosas.

    Un abrazo sereno
    Naia

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