El mundo moderno con sus cánones basura y la accesibilidad "a todo" con la que dota hasta a las personas más jóvenes está destruyendo la sana evolución mental de las personas. Esto genera que aquellas de una edad intermedia cada día estén más desorientadas, sufran ansiedad y se ralentice la evolución personal.
No es raro hoy en día ver a hombres y mujeres de más de treinta años sin las cosas claras, claramente desorientados, sin cultura, sin moralidad, sin metas ni objetivos, sin motivación y sin interés por dotar de un sentido a su vida.
Por ello, cada día más personas de esta sociedad de consumismo, estrés y desculturización se refugian en su trabajo tratando de ignorar una vida personal destruida, sin cimientos y sin futuro. Son cobardes tratando de huir de sus responsabilidades.
Este es un problema serio y capital. Es un problema de educación y cultura. Y esto es causado por la mano invisible de esta sociedad. Aquella que se mueve por anti-valores, por la codicia, la avaricia, el ansia de poder, los intereses personales. Aquella mano que mueve a aquellas personas que evaden sus responsabilidades cuando precisamente ellos deberían de ser capaces de trabajar por el pueblo en pro de su evolución.
Me da lástima, pena y me llena de tristeza ver a niños por la calle gordos, fumando, sin educación. Me siento mal al ver grupos de chicos que parecen todos haber sido cortados por el mismo patrón, violentos, incultos, desorientados y sin personalidad, golpeando una papelera en un parque y fumando con el pelo rapado como símbolo de su rebeldía. Una rebeldía sin argumentos, fruto de su ignorancia y síntoma de su perdición. Sin un objetivo, sin una madurez, sin una esperanza.
Lamentablemente, todo tiene un precio y a toda acción sigue una reacción. Lo que estamos viendo cada día, son las consecuencias de los errores cometidos por nuestra sociedad hace años. En nuestra mano está contribuir a evitar la perpetuidad de estos errores en las siguientes generaciones.
Involucrarse, concienciarse, sacrificarse.
Un abrazo.
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