martes, 12 de enero de 2010

BABEL



Cómo es la vida, un día te levantas y parece que todo sigue el mismo ritmo que los días anteriores, la misma rutina, las mismas personas, las mismas noticias, todo igual. Sin embargo, sin que tú lo sepas, tus sucesos van ocurriendo a un ritmo y a una intensidad exactas, precisas, y qué mágico es todo ahora piensas, porque mientras, en otro lugar, con otro ritmo y con distinta intensidad, otra persona vive su día de forma exactamente idéntica pero a su manera. Y qué misterioso parece el saber que ambos ritmos poco a poco van entrando en armonía, como cuerdas que van aproximándose en su afinación y, cuando ambas ondas son exactamente iguales, entran en reverberación. Así ocurre muchas veces, tú terminas de arreglarte, coges las llaves, cierras la puerta, bajas las escaleras. Mientras, a su vez, ella termina su café, pide la cuenta, paga su recibo, abre la puerta y se le cae la cartera. Tú terminas de bajar, te das cuenta de que hace mucho que no miras el buzón, dónde estará la llave, me la habré dejado en casa, ella guarda su cartera en su bolso, avanza un poco, tú abres el portal, pones un pie en la calle y... vaya, disculpa no te he visto, perdóname, deja que te ayude, te ayudaré a recogerlo todo.

Entonces tu vida y la suya, durante un breve instante, confluyen y por si fuera poco, tus ojos y los suyos, durante un breve respiro se miran los unos a los otros. Da la casualidad de que ese respirar es casi simultáneo, ese mirar es profundo y ambos lo acompañáis de una sonrisa. Y así, tu vida, sin haberlo planeado, ha dado un giro.

Sin entender muy bien el por qué, vuestras vidas siguen aproximándose y ambos no lo sabéis pero algo en vuestro subconsciente empuja vuestra mente como una locomotora hacia el otro poniéndolo fácil. La magia surge y comienzas a sentirte maravillosamente bien a su lado, te sorprendes a menudo pensando en ella, su forma de reir parece resplandecer sobre todas y es tal la conexión en pensamientos, ideas, formas de sentir y ocurrencias que todo lo anterior no tiene comparación. Por si fuese poco, ella siente lo mismo y la arrastra a mostrarse aún más femenina contigo, más natural, incluso algo dentro de sí la impulsa a arreglarse aún más cuando queda contigo. Con el tiempo ambos ganáis en carisma con las personas, os mostráis más seguros, más extrovertidos y hasta más guapos, cómo entender entonces lo que te está ocurriendo. Automáticamente surgen comparaciones, todo parece pertenecer a un nivel inferior, acabas menospreciando aquello más importante para tí. Al unísono, todo comienza a tener más interés, el saber, la cultura, el arte, la música. Ambos, en vuestra contínua retroalimentación, os avalanzáis a un mundo más sensible, más romántico, más idealista, allí donde os sentís rejuvenecidos, mejor que nunca, apoteósicos. Mientras construyes tu torre, tu antigua ciudad comienza a derruirse a tus espaldas, pero qué importa ya, ¿no ves el cielo?, está ahí, casi puedo tocarlo.

Tu sensibilidad entonces comienza a explorar terrenos desconocidos, todo llega a tí con una claridad, una proyección y una afinidad hasta entonces desconocida, piensas que navegas en una dirección, con un norte perfectamente marcado y sin embargo, cómo es la vida, no es un mar sino un río y lo que sientes no es tu propulsión sino la corriente.

A la par que construyes tu torre tus sentimientos son más faraónicos, las experiencias más enriquecedoras, pero más atrás dejas el suelo y todo aquello en lo que una vez creiste. Comienzas a ser tu propio traidor, algo en tí parece traicionar el proyecto, dudas de su fin, pero también dudas de tus raíces. Por si fuera poco, las notas que antes reverberaban con tal intensidad van deshaciéndose en el aire y pronto desentonan, su arquitectura sonora pronto revela la atemporalidad de su maravilloso sonido armónico.

Cómo entonces entender la vida y reconstruir su significado, desmantelar los sueños y paliar el dolor, cómo curar las heridas, cómo comprender que uno mismo es el patrón y el marinero, el juez y el acusado, la enfermedad y el remedio.


Nuestra torre de Babel.


Un abrazo,
y feliz martes.

6 comentarios:

  1. Si supieras ...
    Es como si lo hubieses escrito para alguien que conozco .

    Saludos .

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  2. CARLOTA: vaya... lo siento mucho. De todas formas, esto está a la orden del día...

    Un abrazote,
    gracias por pasarte!

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  3. Me paso siempre , pero creo que es la primera vez que te comento ( no me pude resistir jeje)

    Un besito :)

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  4. Nos dejamos guiar por la mágia, la atracción, la sincronicidad aparece y en los principios nos dejamos llevar...es la pasión, la belleza. La prueba verdadera viene después y con ella los miedos. Somos seres que nos vamos encontrando e inspirando en nuestro caminar para crecer. El Amor es mágia sin velos. Son momentos maravillosos cuando vives en éxtasis de sentimientos y emociones, te transforman y descubres huecos propios que desconocías de ti mism@. Nuestra "torre de babel" sufre muchas "inclemencias del tiempo", durante nuestra existencia.

    Un abrazo sereno
    Namasté-OM

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  5. Es todo tan sencillo y tan complicado dependiendo del color que le queramos dar...
    Un abrazo!

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  6. Como dice Naia, nuestra torre de Babel sufre las inclemencias del tiempo y la convivencia. La única manera de preservarla es reforzando los cimientos, recordando lo que fuimos y preservando lo que somos; evitando que la luz de esa mirada que nos fascinó mantenga su incandescencia.

    Un besote

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Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

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Fotografo de bodas