miércoles, 31 de marzo de 2010

Mi manguera es más larga que la tuya


Ayer salgo por la autopista y entro en la gasolinera. Me pongo mi cazadora de cuero y salgo fuera a abrir el tapón de la gasolina. Cojo la manguera y la meto en el agujero. Y de repente, se acerca hacia mí una mujer que nada más verla pensé "ay Dios". ¿Qué cojones hacen algunas mujeres que no están protagonizando anuncios de Calvin Klein o triunfando en Hollywood!? El cielo existe y es brutal. En fin, el caso es que se me acerca moviendo sus caderas envuelta en un mono de cuero negro!!!! Ya claro, podríais imaginar mi cara de idiota, acojonante. Me recordó a la mujer del anuncio de la colonia Jacks, ¿para qué leches llevaba bajada la cremallera? En fin, bueno, a lo que vamos. Se me acerca y me dice, hola, ¿te apetece un red bull? estamos promocionándolo. Y yo, con mi humilde manguerita metida, la miré y lo único que se me ocurre decirle es: "uy uy, no no, a mí eso no me gusta"!!! a mí eso no me gusta!!! Total, me dice "pero este te va a gustar mucho, es de manzana". Nos enfrascamos en un diálogo estúpido mientras agarro la manguera intentando explicarle que no me quiero beber su zumo, que no me gusta.

Pero lo cachondo viene después. Mientras estamos hablando y yo prestando más atención a su mono de cuero que a su puto refresco, aparece en el puesto de al lado mío un Mercedes Benz nuevecito, deportivo, enorme, eso era más grande que el Taj Mahal la ostia, rugiendo con sus mil cuatrocientos y pico caballos y para. La chica se gira. Se abre la puerta y para mi puta pena sale un pivón!!!!!! de tío claro, me cago en la leche bendita, acojonante. Automáticamente me siento como un troglodita mientras él sale de su megadeportivo negro con sus pantalones de G-Star, su camisa ajustada y unas espaldas que eran más grandes que yo! Coge el mango y como el agujero le pilla al otro lado tira del cable y saca su megamanguera enorme mientras la mete y se gira sonriendo a la de cuero. Yo como podréis imaginar absolutamente frustrado y sin darme cuenta que el mango ya había saltado. Creo que por entonces la chica ya se había fijado en sus brazos desnudos y que eran de grandes como cada una de mis piernas porque cuando me quise dar cuenta la tía salió disparada hacia él a darle de probar su manzana... Y joder que si la probó, yo ya me moría del asco. Les veías a los dos riendo, mirándose que parecía que se iban a follar en la puta gasolinera de los cojones!!!!!!! Total, que con mi bip bip de mi humilde Mondeo me voy a pagar.

Me dió aún tiempo a salir con mi coche tras haber pagado mientras ellos seguían riendo y descojonándose mientras esa puta manguera no dejaba de echar líquido en el puto depósito de mil quinientos litros.

Agh!!!!!

jueves, 25 de marzo de 2010

Tú mujer y yo hombre...



Es curioso notar cómo experimento ciertos sentimientos y comportamientos como hombre que poco a poco van aflorando en mi interior. Me choca muchísimo sentir estas sensaciones pues me hacen ver que, por mucho que quiera, no dejo de ser en mi esencia igual que todo el género masculino y por tanto comparto determinado tipo de reacciones.

Conviven en mí sentimientos enfrentados, unos naturales e instintivos y otros que refrenan las actitudes que no tienen cabida según mi forma de pensar. En sí, no soy más que un hombre en mi esencia, con sus instintos y reacciones, pero regulado por mi yo más racional que me frena ante aquello que no veo correcto. Sin embargo, hay instantes en los cuales mi lado masculino se revuelve en exceso y soy incapaz de frenarlo, tardo un tiempo en tomar las riendas de mí mismo.

Hablaba ayer con un compañero acerca del sentimiento que experimentamos los hombres por querer proteger nuestra familia, a nuestra mujer, traer más dinero a casa, prosperar... curiosamente en muchos casos el hombre necesita tener esa sensación de poder y control sobre su entorno. Ya no basta con traer dinero a casa, hay que traer más y sentir que uno es el que trae más que nadie en la entidad familiar, el que da de comer a su familia, el que aporta la seguridad. Pero... por qué? acaso un hombre tiene que ganar más que la mujer? acaso un hombre tiene que ser el que trabaje y la mujer la que cuide de los niños? Algo no casa... no tiene lógica. Ambos pueden y deben de optar a las mismas oportunidades y... si tu mujer es más emprendedora que tú o bien más espabilada, es lógico que gane más que tú. Pero, cómo afrontará el ego masculino tal situación?

Está claro que hombres y mujeres por naturaleza adoptan un rol distinto dentro de la creación familiar. Una mujer experimenta la maternidad de manera completamente distinta a la paternidad de un hombre, son sentimientos y experiencias físicas distintas (más que nada porque el hombre no tiene experiencias físicas!). Ahora bien, la maternidad y la paternidad no son más que el fruto de una decisión. Y es que un hijo no es un coche, aunque pudiera parecerlo hoy en día según la actitud de muchas personas. Me da la sensación últimamente de que al igual que compramos una casa, compramos sus muebles, buscamos un trabajo... tenemos un niño. Es lo mismo, es "tener", y no es así. Cuando pensamos en tener un hijo estamos decidiendo el aceptar una responsabilidad, el asumir el precio que conlleva pasar a una nueva etapa donde modificaremos en cierta manera nuestro día a día, el compartir, yo contigo y tú conmigo, una experiencia que debe enriquecer nuestras vidas y por la cual ambos debemos de involucrarnos y sacrificarnos. Un hombre pues no puede optar por no involucrarse en la educación de su hijo, no puede renunciar a todo lo que conlleva el cuidarlo por ganar más dinero y ser él quien, alimentando su ego, haga prosperar una familia. Porque... ¿prosperar? qué es prosperar para una mujer, ¿esclavizarla a unas labores domésticas? ¿volcarle únicamente en el cuidado de sus hijos? ¿o permitirle que, en igualdad de condiciones, pueda tener acceso, con total libertad, a lo mismo que nosotros?

Entonces no podemos pensar, como hombres, en privar a nuestra mujer de sus posibilidades por propulsar nuestra carrera y permitirnos sentirnos "cabeza de familia". Tal actitud no puede ser tomada sin la elección de la mujer. ¿Qué elige ella? ¿Qué es lo que desea? ¿Y qué deseo yo? O lo que sería una mejor pregunta ¿qué elegimos ambos en conjunto?

No se trata de alimentar un ego, se trata de tomar decisiones que nos permitan vivir acorde a una elección y por tanto vivir acorde a las posibilidades y las responsabilidades que tenemos.

Sin embargo, he observado en muchas parejas que a uno de los dos le va mejor que al otro. Y ante tal circunstancia, ella elige (por ejemplo) que su marido emplee más tiempo en su trabajo para aprovechar el tirón en pro del bienestar de su familia. Pasado un tiempo, se ve inmersa en una rutina como consecuencia de tal decisión y no puede dejar de contemplar cómo el trabajo absorbe a un marido que ya no pasa tanto tiempo con ella.

Qué complejo es todo... pero no hay que olvidar que el trabajo y la dedicación en la pareja, aunque sea poca al día, debe de servir como lazo de unión entre ambos, que debe de existir un mensaje en cada acto, "estoy aquí contigo para lo mismo y vamos juntos, no separados", que por mucho que nos distancien los trabajos, las labores y las circunstancias, por mucho que cambiemos con el tiempo, seguiremos siendo las personas que un día se quisieron, lo declararon y con esfuerzo, sudor y lágrimas, aún hoy lo siguen haciendo, por un compromiso, con una ilusión, porque valía y sigue valiendo la pena.


Un abrazo!

lunes, 22 de marzo de 2010

:(



No aguanto a las personas que se pasean con la máscara que más corresponda con cada ocasión, cuando son personas que ni son como dejan entrever ser, ni desde luego sus fines son los que quieren dejar patentes. Hipocresía. Eso es lo que parece llevarse. Cuando era un jovencito estudiante lo veía cada día con las mujeres (o chicas). Cuando de repente irrumpió el facebook en la sociedad ya era descarao. Con el blogger aún más. Y en los negocios ya ni os cuento! Si en mi vida personal no soporto que se me arrimen con un doble fin, el ver cómo en los negocios se vende humo me pone de los nervios. No desesperes, no desesperes, me digo contínuamente. Tú sigue así, tú sigue así, me dice mi mujer. Y eso hago, sigo en la línea que creo que es la correcta, despacio, intentando que sea con firmeza, haciendo lo que más me gusta de la manera en la que creo que debe hacerse, ¿que gano menos?, pues sí, pero y qué, al menos continúo acorde a mis ideales, ignorando a los que me critican, aunque sea duro muchas veces.

Y esto que ocurre en los negocios me ocurre en cualquier lado. Muchas veces el entrar a escribir algo en cualquier web o lugar que frecuenta la gente es como intentar andar con firmeza por un lodazal, te come la mierda!

Ya lo decía un buen amigo mío, de esos buenos amigos que irrumpen en tu vida cuando eres jovencito, de esos amigos de los que uno, gilipollas donde los haya, inmaduro de profesión y atontao de la vida por entonces (y también un poco por qué no ahora), ignora hasta límites insospechados intentando seguir el camino que misteriosamente le guía su razón. "Cuando hables intenta que sea poco, sintetiza, habla con propiedad, que sea sensato". Y por más que lo intento, nunca lo consigo del todo, soy como el mayor de los burros, ale, pa'l monte. Habrá que seguir mejorando...

En fin, seguiré trabajando haciendo lo que opino que debe de hacerse, en contra de las tendencias y de lo fácil. Y si estoy equivocado el tiempo lo dirá. Seré Coco Chanel virilizado???? oh dios santo... Lo difícil está siendo cada vez más hacerlo en mi vida personal. Desde aquí quiero dejar claro que no es que sea un bicho raro... tengo corazón, en serio, soy amigable, lo juro...

es que soy un bicho auténtico!

domingo, 14 de marzo de 2010

Disfruta


En vez de enseñarnos tanta matemática, física, química, historia y literatura en el colegio, deberían de enseñarnos a disfrutar, de nuestros sentimientos, de la vida, de los momentos, de los placeres... ¿Pero cómo se enseña a disfrutar a un niño cuando precisamente son ellos los que deberían de enseñarnos a nosotros a hacerlo? ¿Cómo se enseña a un niño la manera en la que deberá disfrutar de las cosas cuando sea mayor? Es imposible. Parecemos predestinados a la insatisfacción, al sentimiento de anhelo... Siempre en búsqueda de más, todo lo conseguido parece poco.

Recuerdo un conocido anuncio que daba una lección maravillosa. Decía más o menos que toda persona habituada a vivir en ciudad debía de mudarse al campo y viceversa, que todo aquel que se acomodase a una rutina debía de cambiarla pasado un tiempo. Me parece un estupendo consejo ya que busca la ruptura con el sentimiento de insatisfacción y nos fuerza a disfrutar de la vida. Al ser humano no le interesa encontrar, le interesa descubrir, la búsqueda, sólo ahí se encuentra la satisfacción pues existe un sueño y por tanto una ilusión. Sin embargo, cuando encuentra, surgen nuevas insatisfacciones, surge entonces la rutina, surge el sentimiento de abandono de uno mismo. Es hora de cambiar pues.

Hay momentos en nuestra vida en los cuales nos vemos sometidos a intensas rutinas que nos desequilibran emocionalmente, nos desgastan, el saber disfrutar entonces es primordial. Muchas veces, para combatir tal rutina tendemos a forzarnos cambios importantes en nuestra vida cotidiana con el fin de mantenernos vivos, ya se sabe, nuevos proyectos, nuevas ilusiones. ¿Y hasta cuándo entonces deberemos seguir así?

Me he encontrado muchas personas con un sentimiento de sinsabor en su vida. Porque reconozcámoslo, la vida de por sí es insustancial, insípida. Sin embargo, hay infinidad de cosas que nos la endulzan. Cuando nos olvidamos de cómo vivir es entonces cuando dejamos de saborear, porque no encontramos el qué ni el por qué.

No hay que darle muchas vueltas, al final todo se resume a ser feliz con lo que tenemos.

Un abrazo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Mi lugar en la escalera

Ahora que sólo me leen aquellos que me interesan, puedo hablar con una tranquilidad liberadora.

Tengo una inquietud que me persigue: ¿qué lugar ocupo en la escalera?

Y con ello hablo de mi escalera personal, de mi escalera profesional, de mi escalera emprendedora... en todos los ámbitos. Pienso que es muy fácil tender a pensar que ocupamos un lugar que no es sino un espejismo de dónde estamos realmente. Por tanto, en esta situación, es muy fácil tomar decisiones equivocadas pues no son consecuentes con nuestro estado actual ni con las circunstancias en las que nos encontramos. Es importante elaborar estrategias a medio plazo para ir hacia el peldaño que tanto ansiamos, pero también es importante conocer en cuál nos encontramos para poder construirlas y plantearlas con sinceridad y coherencia.

Así, me planteo:

¿Cuáles son aquellas cualidades a nivel personal de las que me creo en posesión y que realmente ni están tan desarrolladas, ni son tan llamativas, ni dan tan buenos resultados?

¿Qué me aporta valor trascendental a nivel personal -introspectivamente- y qué es aquello que de potenciarlo me estimularía hacia nuevas metas personales?

¿Soy lo suficientemente valiente? ¿Hasta qué grado hablo y no demuestro lo que digo? ¿Cuál es la imagen que proyecto y cuál es la que realmente habita conmigo mismo? ¿Soy realmente feliz creyéndome mis propias mentiras? ¿Por qué no entonces liberarme hacia una autosuficiencia personal?

¿Hasta qué punto soy capaz de correr riesgos? ¿Es el miedo que me frena un estimulador para mis propias frustraciones y me impide disfrutar de mi vida con plenitud?

¿Creo en mí? ¿Creo en mis proyectos? ¿Necesito de una seguridad para tener fe en que mi forma de ser y de actuar me traerá resultados positivos?


Es decir, ya basta de tonterías, de romanticismo, de historias y de palabras. Si mi tranquilidad se basa en la seguridad que otros me infunden soy un cobarde, pues me niego a vivir en mi propia libertad, ignorando lo que realmente soy y hago a costa del placer que me produce mis propias mentiras.

Yo debo ser el dueño de mí mismo al cien por cien para ser un hombre completo, sin descuidar el ser buena persona, y si no soy capaz de escucharme con claridad, ser sincero completamente hacia mi persona y tomar decisiones pequeñas y grandes en consecuencia con mi vida personal y laboral en vez de marear la perdiz no sé qué coño estoy haciendo con mi vida ni para qué sirve el tiempo que empleo en vivir, más bien me convierto en un mero producto de marketing con una fecha de caducidad.
 

Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

http://www.squidoo.com/daniel-colleman-fotografos-de-bodas

Fotografo de bodas