lunes, 15 de noviembre de 2010

de nuevo


Al igual que hay una fase en la que nos sentimos por encima intelectualmente de cuantos nos rodean hay una fase en la que nos damos cuenta que no somos tan distintos a muchas de las personas que mirábamos con aires de superioridad, si no bien exteriormente, sí interiormente.

Es muy importante conservar la humildad, pero es humano el perderla en ocasiones. A veces me olvido que me queda mucho por aprender y que, lo primero a hacer, es aprender a escuchar sin juzgar. He de decir que me entristezco al darme cuenta que, aunque no lo exprese, soy un poco intolerante, y esto me perjudica directamente pues puede llegar a alejarme de gente a la que quiero mucho.

Pero nunca es tarde para mejorar y seguirse encontrando a uno mismo...

2 comentarios:

  1. Yo también soy poco tolerante, creo que todos lo somos en cierta medida. Es muy bonito e idílico pensar que cada uno tiene su propio punto de vista, igual de valioso e importante y bla bla bla. Queda muy bien, pero llevado al terreno de la práctica...¿Cuántos piensan así realmente y actúan en consecuencia? Lo bueno es darse cuenta, frenarse un poco y no desvariar...
    Un besillo de buenos días!!

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  2. Esa dosis de humildad que llevamos la mayoría dentro y que generalmente no sale a la superficie,es lo que muchas veces distingue a unos de otros.Si fuésemos más conscientes de lo que ello significa y nos diésemos cuenta de que la humildad,la tolerancia y el respeto es lo que más enriquece al ser humano...,tal vez el mundo sería distinto.La Vanidad es coqueta y atractiva,seductora... Es inevitable no ceder y acabar sucumbiendo a ella a ella.Lo bueno es saber volver al origen.Ser conscientes de este hecho y no desvariar...,como dice Aída. :)
    Besos!

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Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

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