La sensación de abandono es aún peor que la de soledad porque implica un cambio y el afrontarlo supone resignarse a la angustiosa desesperación de querer subsanarlo y ver que no tiene remedio...
Lo triste es que el abandono no siempre es fortuito ni inmediato. Lo cruel y miserablemente doloroso es saber que puede predecirse y que, pese a nuestros esfuerzos, muchas veces sabemos que estamos entregados a él y sólo es cuestión de tiempo...
martes, 20 de abril de 2010
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Tienes razón, ésta es una tarde peculiar...
ResponderEliminarEl abandono, la soledad...todo es feo y poco deseable...
Te pasa algo que se pueda saber? O son sólo simples reflexiones?
Tienes razón, el abandono es peor que la soledad, pero las predicciones pueden cambiar si consigues que el viento sople en otra dirección, siempre y cuando no quieras esos cambios que se avecinan o prefieras hacer otros.
ResponderEliminarbesitos. ¿Qué tal pasaste el cumple, darling? Espero que MUY FELÏZ
hay abandonos tácitos..es decir, lo tienes al lado..pero como si no estuviera y creo q esa es la verdadera soledad...sentirse solo...
ResponderEliminarbesos grandes desde el bulevar