sábado, 1 de enero de 2011
A mí me perteneces
A mí me pertenece aquel beso que tú,
aquella noche, con eterna sinceridad,
me diste cerrando los ojos.
A mí me pertenece tu vestido cayendo,
tus deliciosas manos en mi pecho apoyadas,
tus ojos mirando los míos enamorados
y las horas que en la cama tú y yo pasamos.
A mí me pertenecen las palabras que dijiste,
lo que tú por mí darías,
la cena que tuvimos
y las sonrisas que sólo a mí me dedicaste.
A mí me perteneces aunque ya no estés conmigo,
aunque vayas lejos y otros labios se hagan tuyos,
aunque mires otros ojos,
y otras manos descubran en tí lo que yo estoy escribiendo.
A mí me perteneces porque una vez dijiste que me amabas,
y después te fuiste triste,
con los ojos mojados
y esperando mi regreso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo bueno es que también existe el amor después del amor, y uno no siempre se queda estancado ahí...
ResponderEliminar