jueves, 28 de octubre de 2010
Más que una noche sin estrellas
Llevé tu nombre como un amuleto
aferrado a mis manos,
trepando por la colina,
con mis ojos mirando atrás por si tú estabas,
con mis lágrimas llorando los besos pasados.
Fuiste conmigo por cada una de esas montañas,
por cada uno de esos ríos,
recordándome que tú, y yo,
fuimos más de lo que imaginamos,
más que una tarde sin fin,
y más que una noche sin estrellas.
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Tantos días sin entradas me hacían echar de menos mojarme en este espacio.
ResponderEliminarya se te echaba de menos!
ResponderEliminarYa echaba de menos estas entradas tuyas... :)
ResponderEliminarLo sabes, verdad?
pero qué pelotas sois!
ResponderEliminarQué boboooo!! Te lo decía de verdad!!
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