lunes, 20 de diciembre de 2010

La vida es cambio


La vida es cambio. Una nace, su cuerpo va sufriendo ciertas transformaciones así como su ser, progresivamente va envejeciendo a la par que madurando y, finalmente, muere. Cambiamos desde que nacemos y el único momento en el que dejamos de cambiar es en el momento en el que morimos. La muerte es estabilidad, es indiferencia, es parálisis... en definitiva, no vida.

Por eso cuando en la vida no somos capaces de cambiar para mal o para bien, nos sentimos paralizados, estancados, frustrados o, lo que viene a ser lo mismo, un poco muertos.

Hace un tiempo que entendí que realmente hay que dejar a todo fluir naturalmente para permitir a la vida traerte experiencias nuevas, someterte a experiencias de cambio y disfrutar de nuevos puntos de vista. Es más, cuando pienso en mi futuro, me gustaría no siempre ser de la misma manera en una estabilidad absoluta que me hiciese anclarme a una rutina mortífera... me gustaría más bien experimentar numerosos cambios y descubrimientos en mí mismo que me hicieran reflexionar y pensar que esto del vivir tiene su encanto.

Hay facetas personales que realmente nos cuesta descubrir pues no queremos reconocerlas tan abiertamente como otras que socialmente están mejor aceptadas. Así, el vivir debería ser una continua liberación de todo aquello que nos impide disfrutar de nosotros mismos como nos gustaría hacerlo en la más absoluta soledad. Me gusta pensar que la vida de vivirla de tal manera me traerá una progresión hacia la libertad, una progresión hacia la autoaceptación en el sentido más amplio posible y un sentimiento de realización y bienestar. Claridad, es lo que más necesitamos todos, claridad para despojarnos de lo que nos oprime, de lo que nos paraliza gracias a unas reglas que nosotros mismos nos autoimponemos, claridad para entender que la vida nos puede sorprender a cada paso, que los consejos consejos son, que no imponen ninguna clase de verdad, que esto del vivir no es una ciencia... Arbitrareidad, así es, y es importante tener presente que una gran parte de la vida se basa en el azar, y que si no seguimos a nuestro corazón significa que vamos contra él y por tanto generamos en nuestro interior frustraciones que poco a poco van cubriéndonos de una fina capa de óxido que costará mucho esfuerzo quitar.

6 comentarios:

  1. Fíjate, a mí me asusta el cambio, prefiero controlar la situación, saber cómo son las cosas y tener la certeza de que no me voy a llevar sorpresas desagradables. Debo ser de las pocas personas que aprecia la rutina...

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  2. Bueno, un poco también... He de reconocerlo!

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  3. Hay que estar abiertos a lo que pueda suceder, aprender a adaptarse a los cambios y ser capaces de arriesgar en esta vida. Besos

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  4. Me quedé con gana de leer la ultima entrada "Liberación sexual" me dice el sistema que no se encuentra mmmm, ¿se perdio?

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Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

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