domingo, 26 de diciembre de 2010

Ilusión

Conforme pasa el tiempo indudablemente compruebo mirando atrás que he cambiado. Eso es bueno, porque significa que he vivido. Sin embargo, es duro también, porque al quedar menos tiempo se acentúa mucho más todas aquellas inquietudes y malestares internos que tanto me incomodan.

Me acuerdo perfectamente de hace años cuando mi vida se abría como un campo vacío. No tenía pareja, no sabía qué iba a estudiar, no me conocía, no tenía una casa, no tenía un coche... por entonces ni siquiera me veía casado. Así que, como podréis imaginar, tenía tantas preguntas que contestar, tantas decisiones que tomar y tantas disyuntivas que... sencillamente me estresaba. No sabía decidir, me angustiaba mi futuro, no sabía qué sería de mí ni qué haría con mi vida.

Cuando me quise dar cuenta, me encontré casado, en una casa, con un coche, con una carrera, varios trabajos a mis espaldas, un negocio personal, habiendo viajado a muchos países, y con muchas historias que contar.

Hoy, tengo más a mi edad de lo que muchas personas tienen, me ha ido bien, no me puedo quejar. Pero algo suena en mi interior y me dice "nunca es suficiente". Mi interior me dice que la vida es mucho más que encontrar un amor, que tener una casa, que tener hijos, que viajar... me pide algo más. ¿Qué es ese algo que no acabo de comprender?

Pienso que para ser feliz hay que tener proyectos. No vale con alcanzar aquellos bienes materiales que tanto ansía la gente o encontrar al amor de tu vida. Para ser feliz contigo mismo es necesario tener un proyecto activo en cada minuto de tu vida. Ese proyecto, a una cierta edad, sí que puede ser el encontrar un amor, o el comprarse una casa... pero cuando todo eso se consigue, es importante tener siempre algo encima de la mesa por lo que sentirse ilusionado. Y esa es la clave.

La vida deja de ser interesante cuando dejamos de tener ilusión. Y la ilusión se pierde cuando dejamos de tener proyectos.

Hace años yo hablaba de que únicamente quería en mi vida el tener una casa, el disfrutar de mis hijos y de mi mujer y el tener tiempo para pasear y hacer mis cosas. Poco a poco, cuando fui consiguiéndolo me di cuenta de lo equivocado que estaba. Me gustaba lo sencillo, me fascinaba la rutina, lo hogareño... y aún me sigue gustando, pero siento otras necesidades que antes no sentía. Estas necesidades no se cubren con dinero, ni con tiempo, sino con ilusión....

5 comentarios:

  1. Cuando falta la ilusión no vives, simplemente sobrevives, y eso no puede ser bueno, necesitas algo más, esa chispa o ilusión de la que hablas...

    ResponderEliminar
  2. Aquí te regalo este proverbio que me gusta mucho:
    del escritor británico Gilbert Keith Chesterton (1874-1936):
    "Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina."
    Recibe un cordial saludo y te deseo un muy buen 2011 cargado de muchas ilusiones.

    ResponderEliminar
  3. Estoy con Aida, la ilusión es la chispa que enciende las ganas de vivir y sobre todo de seguir adelante con entusiasmo.

    ResponderEliminar
  4. Como no podía ser de otra manera, vengo a desearte un feliz año nuevo también en tu blog. Espero que en 2011 sigas actualizándolo, al menos una vez por semana, que ya es mucho pedir!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Gracias, este blog no sería nada sin vosotras ;).

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

 

Fotografos de Bodas - Daniel Colleman

http://www.squidoo.com/daniel-colleman-fotografos-de-bodas

Fotografo de bodas